Soy argentino. Soy Judio. Y hoy, dos años después del 7 de octubre de 2023, vuelvo a alzar la voz con la misma convicción que entonces: nunca el terrorismo islámico, nunca el odio del terrorismo islámico podrá contra el modo de vida occidental basado en la cultura griega, y en los valores religiosos del judeocristianismo.
El 7 de octubre no fue un “conflicto”, no fue una “respuesta”, no fue política. Fue un acto de barbarie terrorista: miles de civiles israelíes fueron masacrados, torturados y secuestrados por Hamas solo por ser judíos, solo por vivir en su tierra. Ese día, el mundo vio el rostro del mal y muchos eligieron mirar para otro lado. Pero nosotros no olvidamos.
Como argentino, sé lo que es el terrorismo. Lo vivimos en carne propia con los atentados a la Embajada de Israel en 1992 y a la AMIA en 1994. Sé lo que es llorar inocentes, ver familias destruidas y exigir justicia que nunca llega. Por eso, mi solidaridad con Israel y con las víctimas del 7 de octubre no es política: es humana, es moral, es histórica.
Defender mi identidad judía no significa negar la de nadie. Significa recordar que ser judío es llevar en la memoria milenios de persecución y también de resistencia, de cultura, de vida y de esperanza. Significa afirmar que ningún grupo terrorista podrá borrar nuestro derecho a existir, a vivir en paz, y a ser libres, ni en Argentina ni en Israel. Ningún grupo terrorista como Hamas tenía el derecho de asesinar a 9 monjas de la Orden de Santa Madre Teresa de Calcuta que estaban en peregrinación en Tierra Santa. Ningún grupo terrorista como Hezbollah tenía en el año 2018, el derecho de mandar uno de los suyos a volarse con un chaleco de explosivos dentro de la Basílica del Santo Sepulcro y borrar de la faz de la tierra el lugar donde todo el cristianismo sin divisiones señala el lugar donde Jesus resucitó. ¿Que se creen para declarar que el Estado de Israel «debe ser borrado de la faz de la Tierra» como dice la carta fundacional de Hamas?
Hoy, dos años después, mi voz se une a la de millones en todo el mundo:
Por los 48 secuestrados que aún siguen en Gaza, por los niños y bebes decapitados, por las familias que aún lloran, por la verdad que no puede ser silenciada, por la paz que solo puede construirse sobre los 10 MANDAMIENTOS que D-os le entregó a Moisés en el Monte Sinaí, por los que me quieren vivo, por los que me quieren muerto, Soy judío. Soy argentino. Y no me callo.


Tocayo querido !!
Que lindo lo que pones en palabras que para muchos de nosotros es un sentimiento
Te quiero mucho y gracias !!
Más de una lágrima se me cayó !!
Abrazo grande