Dicen que a Roma no se va sin motivo. Bueno, salvo que te llames Adorni, Petovello, Bullrich o Francos y tengas una valijita con viáticos pagados por el Estado al grito de «¡Viva la libertad, carajo!», mientras te subís a un avión para llorarle a un Papa al que hasta ayer lo recontra reputeabas.
Karina, [«¿Será la jefa espiritual de la Nación model 2025?»], también se suma al tour. No por fe, sino por fidelidad: si Milei se mete en el Tíber, ella se tira de bomba. No sabemos si va a rezar, a controlar la agenda o a buscar una señal divina para que Yuyito Gonzalez «vuelva» con Javier. Quizá todo junto. Pero eso sí: van en avión presidencial como D-os manda.
Adorni viaja porque en algún momento alguien creyó que se podía comunicar algo sin decir nada. Misión cumplida. Va a Roma con la excusa de “acompañar al presidente”, pero en realidad va a ver si consigue una selfie con algún cardenal promercado o, al menos, un Nespresso con menos pelotudeces que su timeline de Twitter.
Petovello, ministra de ¿Capital Humano?, va a despedir a Francisco como quien visita a un pariente que no soportaba, pero que ahora le conviene. La mujer que tenía la comida perecedera en depósitos y no la repartía a los comedores populares va al Vaticano. Ironías del guion: la representante del “UYYY!!! las ratas se comieron los porotos!! rindiendo honores al Papa.
Guillermo Francos… bueno, Francos va para ver si es verdad que Sergio Massa se está candidateando para ser Papa. Se comenta que quiso negociar con el embalsamador papal para ver si podía meter una reforma laboral en el ataúd.
Y Patricia, querida Patricia… ¿va como ministra de Seguridad o como embajadora de que carajo?. Va a Roma quizás buscando redención, o al menos un souvenir piola del Vaticano. ¿Un rosario con forma de motosierra para Grabois?.
Y mientras tanto, vos, yo, todos nosotros, seguimos acá: trabajando, ajustados, mirando cómo la elite del nuevo orden viaja a llorar un muerto que les queda incómodo hasta en el discurso. A todos ellos los une una cosa, ¡viajan todos gratis, y con viáticos!
Se viene un nuevo santoral: San Javier del Dólar, Santa Karina de la Chocotorta, San Guillermo devotisimo de San Muñeco de Gel – Flexible, dúctil, se acomoda a cualquier gobierno. ¿Menemista? Sí. ¿Lavagnista? También. ¿Mileísta? Obvio, Santa Patricia de la Banda de los Corazones Rotos del Sargento Pepper, y San Adorni devoto de San Explicador. Amén. Y pasame la tarjeta de débito, te tengo que cobrar, porque esta misa la paga el pueblo.