Se trata de un chico y dos chicas. Los atraparon con el botín y dos de ellos fueron entregados a sus padres. El tercero fue mandado a una institución.
Un comercio del microcentro fue blanco de un robo por demás descarado, ya que sucedió en un sitio que está rodeado de cámaras del CISEM y, en teoría, de vigilancia policial.
No obstante, una banda se las arregló para destrozar el vidrio y sustraer todo tipo de elementos de ese local del centro. Pero no llegaron demasiados lejos y uno de ellos fue enviado a un instituto de Menores, según la Policía.
El ataque tuvo como blanco un negocio ubicado en calle General Acha entre Laprida y Rivadavia. Desde la fuerza no detallaron si es una barbería o si se trata de un negocio dedicado a la venta de esos elementos.