¡Paren las rotativas y súmense al show del barrio Cipolletti! Un modernísimo “búnker” de pacotilla terminó convertido en la comedia del año cuando tres narcos amateur se encontraron con el peor “delivery” de sus vidas: la Policía de San Juan, que no solo les puso fin al cuento, ¡sino que les secuestró el menú completísimo!
Resulta que estos personajes, que evidentemente confundieron “narco” con “naricita”, tenían 103 dosis de cocaína (apenas 34 gramos), 21.000 pesos en efectivo (más para el café que para el cartel), y un par de teléfonos celulares para «coordinar el envío»… ¿De qué? ¡Del mismo chiste que están protagonizando!
Luego de varias semanas de “planificación logística” —o sea, de pura joda—, el Departamento de Drogas Ilegales se plantó en su casa del barrio Cipolletti (Chimbas) y les dejaron claro: “¡el show termina aquí!”
Y así, sin red ni aplausos, los tres fueron detenidos y pasados a disponibilidad de la Justicia Federal, esa que sí sabe reírse solo de buena puntería. Estos tres “mañosos” del excrementicio narco aprendieron que el único “condimento” que el Estado tolera en el barrio Cipolletti es la ley bien servida: cero impunidad y justicia como único plato.