Los Viñateros Independientes miraron al horizonte y dijeron «Este es el momento». ¿El momento de qué?… «De sacarnos de encima a los chupasangre de la COVIAR».
Cada kilo de uva que entra a la bodega sale con un “peaje COVIAR” colgado al cuello.
Llorando como hinchas con gol anulado por el VAR, la cofradía del viñedo NI-NI: ni arriesgan, ni la ponen, dicen que la situación económica está como bailar un tango con botas de hormigón. Este año no van a poder cambiar la 4×4, y el viaje a Miami en julio tendrá que ser de 3 semanas y no de 4.
Ramos y el presidente Javier Milei no se mandan cartitas de amor, pero hoy bailan el mismo malambo anti-COVIAR. Se suma un cóctel de gremios vitivinícolas: Federación, Mesa, Cámaras de San Juan y Mendoza… ¡todos en la misma vendimia rebelde!
Para que sirvieron 20 años de COVIAR, se preguntan muchos, además de acusaciones de coimas y corrupción por parte de viñateros mendocinos, y todos los viñateros tienen absoluta razón, no hay discusión. La asociación de viñateros hasta ganó en la Justicia: “Si no nos representan, no ponemos un mango más”. Spoiler: la cuenta igual la revoleó la bodega sobre el productor.
Con el Gobierno Nacional haciendo dieta de impuestos, los NI-NI huelen sangre en el río de Malbec: «¡Es ahora o nunca!», y sueñan con una vendimia de la venganza: derribar la “El choreo compulsivo” y brindar por fin con sus propias lágrimas – subsidiadas por supuesto- , en memoria de los caídos en acción. ¿Será este el descorche final de la COVIAR o aparecerá COVIANA JONES para savarla?