Y como esto es San Juan y no Noruega, cuando se apaga un incendio se prende otro: ahora los médicos están en modo Hulk. Piden más sueldo, caja complementaria, condiciones dignas y, si se puede, y como dice Sanna «que los hospitales dejen de parecer salas velatorias con estetoscopios«. Se vienen asambleas, paros, retenciones de servicio y, seguramente, otra conciliación obligatoria, que es como el botón de “posponer” del despertador: te da cinco minutos más para ver de donde sale la guita para que los médicos no hagan paro.