se realizó el habitual sorteo para definir qué magistrado debía entender en el caso y el primero de los elegidos se excusó por mantener una relación cercana con el sentenciado, lo que vería afectada la debida imparcialidad en un magistrado. Fue Renato Roca quien declinó la responsabilidad y como argumento sostuvo: » El inculpado resulta ser persona con la que me une un sincero afecto personal sostenido en el tiempo por tratarse de un funcionario judicial con el que he mantenido vínculo no sólo laboral a lo largo de mi desempeño como integrante de este Poder Judicial, sino público trato amistoso, de confianza y estima recíproca».
El juez de Impugnación, además, indicó sentirse violentado moralmente al tener que participar del proceso que involucra a quien tuviera una extensa carrera dentro de la justicia sanjuanina y fuera coordinador de Flagrancia y de la Unidad Conclusiva de Causas. Tras solicitar su apartamiento, la autoridad propuso que la Oficina Judicial buscara su reemplazo.
Así fue que el área administrativa de la Corte de Justicia realizó nuevamente un sorteo y esta vez fue la jueza Silvina Rosso de Balanza la que resultó seleccionada. No obstante, su señoría también se excusó de formar parte de la causa dado su vínculo particular con Parisí. Si bien se desconocen detalles de su pedido, la misma habría recurrido al artículo 96 inciso 9° del Código Procesal Penal.
La normativa mencionada de Ley 1851 – O expresa: “El juez debe excusarse del conocimiento de la causa …. si median circunstancias que por su gravedad afecten la independencia o imparcialidad”.
Ahora, el procedimiento será el mismo. Se llevará adelante un nuevo sorteo, con el objetivo de designar al magistrado que revise el recurso interpuesto por el abogado Fernando Castro y el resto de los defensores, que pretende revocar la sentencia que emitió Ana Carolina Parra y conseguir la absolución.
Parisí fue condenado a 1 año y 6 meses de prisión condicional por los delitos de lesiones leves agravadas por el vínculo y por ser en contexto de violencia de género y amenazas agravadas por el uso de arma, en concurso real. Tras conocer los fundamentos de Parra, su defensa elaboró meticulosamente la apelación y, por ello, espera que alguna autoridad tome la riendas del asunto.
Matías Parrón participó de la causa durante la instrucción, mientras que Benedicto Correa lo hizo en cada oportunidad que había una impugnación. Es por eso que se estima que tampoco intervendrían, en caso de resultar sorteados. Así, las posibilidades se reducen a aquellos que no mantengan una relación estrecha con el sentenciado.