En su escritorio de los tribunales de Comodoro Py, German «El flaco» Moldes, tenía un cartel que decía «No fui nombrado por concurso», sino en la época en que eran designaciones de los presidentes y una colección de réplicas de estatuas e iglesias de Roma. Ayer a los 77 años murió el ex fiscal de la Cámara Federal, uno de los hombres más queridos de Comodoro Py y odiado por el kirchnerismo.
Durante sus 20 años de fiscal, Moldes defendió a capa y espada la denuncia del ex fiscal Alberto Nisman contra Cristina Kirchner por el encubrimiento de 5 iraníes en la causa AMIA y tuvo duros intercambios verbales con el ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, incluso con el ex juez de la Corte y asesor informal de la ex presidenta, Eugenio Zaffaroni, entre otros.
Acuñó frases célebres como que los fiscales deben pescar «tiburones y no mojarritas» en los casos de corrupción y nunca renegó de su vieja militancia en el peronismo en los setenta.
En el 2018, cuando Zaffaroni criticó la denuncia de Nisman por el pacto con Irán, Moldes embistió contra el ex juez de la Corte Suprema y dijo que «él era juez de la dictadura mientras a mi me picaneaban».
“Es un señorón que cobraba sueldo de la dictadura mientras a Julio Piumato y a mí nos torturaban”, dijo al contar que estuvo preso durante el último régimen militar, al igual que al titular del gremio de los judiciales.
Moldes, afirmó que «no» lo «asombra la catarata de agravios» que cayeron desde el kirchnerismo sobre Alberto Nisman, tras su crimen. Por sus críticas, el kirchnerismo lo acosaba en forma mediática y lo presionaba de todas las formas posibles.
En ese momento, el entonces jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, calificó a Nisman como «un sinvergüenza» y un «turro», al afirmar que usaba los fondos que el Estado le daba para investigar la causa AMIA «para salir con minas y pagar ñoquis», denuncia que después fue desestimada por la Justicia.
«No me asombra la catarata de agravios e insultos que caen sobre alguien que no se puede defender porque está muerto» y por la envergadura de su denuncia, sostuvo Moldes.
También discutía con sus colegas. Luego de que el juez Daniel Rafecas archivara sin investigar la denuncia de Nisman en forma exprés, dijo: «Hace tres semanas advertí que había maniobras dilatorias, maniobras para retardar el trámite en la Cámara Federal para dar tiempo a que entrara en turno este fiscal (De Luca) porque ya estaba decretado que este iba a poner lápida, este era el enterrador» de la denuncia. Años más tarde, la Cámara de Casación le dio la razón a Moldes y se abrió la causa en que Cristina está hoy procesada.
Incluso, Moldes cuestionó de modo durísimo el fallo de la sala I de la Cámara Federal que con los votos Jorge Ballestero y Eduardo Freiler y la disidencia de Eduardo Farah, rechazó reabrir la denuncia de Nisman contra la ex presidenta, al sostener que es «necesario» hacer una «desratización y fumigación» en el Poder Judicial que está «tan corrompido».
Años más tarde, mantuvo en la Cámara Federal el procesamiento del empresario Lázaro Báez en la causa Vialidad y otras. «No fue magia, fue corrupción», escribió Moldes en su apelación al fallo que sobreseyó a algunos imputados de menor jerarquía en esa causa en la que la ex presidenta ahora condenada a 6 años de prisión.
Meses después un militante K lo escrachó cuando Moldes tomaba un café con otra persona en la terraza del Bar “Dandy” de Avenida Del Libertador y Bulnes y le gritaba: “Aquí está el hijo de mil putas de Moldes que quiere meter presa a Cristina. No vas a poder salir a la calle”.
«He visto un primer círculo que fue una pandilla de bandoleros y atracadores que se hizo del poder y se dedicó a robar. Luego estaban los otros que sabían que estaban cometiendo delito, donde había funcionarios y empresarios. Y luego había otros, más abajo, que ahora parece que no vieron nada», dijo en referencia a las causas por corrupción K.
Además de la Justicia, su otra pasión era Roma. En 2016, presentó su segundo libro «Cuarenta iglesias romanas»,una guía para conocer los tesoros artísticos de esa ciudad fundamental. «En Roma todo está superpuesto, a diferencia de otras grandes urbes, donde encontrás la ciudad antigua, la ciudad medieval y la ciudad moderna diferenciadas claramente; para conocer Roma, hay que saber qué buscar», explicó Moldes. «La mayor riqueza no está en los museos, sino en las iglesias«, precisó quien se había recorrido la mayoría de las iglesias de la Ciudad Eterna.
El ex fiscal fue reconocido públicamente por haber sido uno de los principales organizadores de la multitudinaria marcha tras la muerte del fiscal Alberto Nisman del 18 de febrero. Aquella que fue denominada «marcha del silencio» y que se desarrolló bajo una lluvia torrencial.
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El fiscal Germán Moldes, durante su discurso en el homenaje a Alberto Nisman.
Además, en marzo de aquel 2015, Moldes fue recusado por el Gobierno kirchnerista cuando impulsaba investigar la denuncia que Nisman hizo contra Cristina Kirchner y otros funcionarios. La Cámara Federal desestimó la denuncia por supuesto encubrimiento en la causa por el atentado contra la AMIA.
En 2018, luego de que Carlos Stornelli apeló el fallo del juez Claudio Bonadio en la causa conocida como los Cuadernos de las Coimas, Moldes, entonces fiscal ante la Cámara de Apelaciones, respaldó ese reclamo y pidió que se ratifique la acusación contra Cristina Kirchner como jefa de la asociación ilícita.

Ese mismo año, pidió la detención del ex titular de la AFIP Ricardo Echegaray, y también la de los socios de la petrolera Oil Combustibles, Cristóbal López y de Fabián De Sousa, en la causa por la retención de 8.000 millones de pesos del impuesto a la transferencia de combustibles.
Moldes, que fue el único fiscal ante la Cámara Federal porteña durante más de dos décadas y tuvo un rol central en la marcha en memoria de Alberto Nisman, había presentado su renuncia en 2019 por problemas de salud, la cual se hizo efectiva a partir del 1° de noviembre. Lo hizo, emocionado, ante el secretario de Coordinación Institución de la Procuración, Juan Manuel Olima.
El funcionario judicial había sido sometido a una cirugía para desobstruir de su arteria carótida derecha, problemas cardíacos que lo llevaron a la muerte.
Personalidades y dirigentes de la política se expresaron a través de redes sociales para despedir al fiscal y recordar su participación en la marcha del silencio por Nisman, en febrero de 2018, pocos días después de su asesinato.
«Dolor ante la muerte del ex Fiscal Germán Moldes. Fui testigo de su coraje y compromiso institucional inclaudicable. Se fue un gran hombre. Mi acompañamiento a su familia y seres queridos», expresó el ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Waldo Wolff.

La ex legisladora Laura Alonso también lamentó el fallecimiento de Moldes y remarcó su «liderazgo clave cuando asesinaron al fiscal Nisman en 2015».