Las relaciones entre Argentina y Venezuela han sido intensas y tormentosas, aunque marcadas por la opacidad y la corrupción en estos 25 años bajo el régimen chavista-madurista. El vínculo se hace evidente este domingo con las elecciones presidenciales venezolanas, donde las máquinas de votación son operadas por los hermanos argentinos San Agustín con su empresa ExClé.
La empresa argentina ExClé presta servicios de biometría, servicios financieros digitales, automatización electoral, y gestión y digitalización de documentos. En Caracas la dirige Guillermo San Agustín y en Buenos Aires su hermano Eduardo.
La empresa argentina comenzó su relación con el gobierno del fallecido Hugo Chávez en el 2006 cuando la contrataron para trabajar la base de datos de las máquinas capta huellas dactilares del Consejo Nacional Electoral (CNE) donde Jorge Rodríguez era el presidente de la junta electoral.
El CNE tenía dos proveedores principales: Smartmatic, que se encargaba del software y el hardware de votación, y ExClé de la identificación biométrica. Mientras Smartmatic era una empresa global que proveía tecnología de votación a más de 20 países, ExClé tenía -y sigue teniendo- como único cliente al Estado venezolano, según el diario ABC.
Preparativos para las elecciones del domingo, en un centro de votación de Caracas. Foto: REUTERS Guillermo San Agustín logró simpatizar con Rodríguez, a quien invitaba a los asados dominicales que preparaba en su casa. Así el empresario argentino se hizo con jugosos contratos del Estado venezolano. En 2009 cuando Rodríguez era alcalde de Caracas, San Agustín implementó un sistema automatizado para la recaudación de impuestos municipales.
La ExClé también obtuvo en el 2013 el contrato del sistema biométrico del Banco de Venezuela, que ya había sido expropiado en el 2009. Posteriormente implanta la tecnología para el pago de la criptomoneda Petro. Y la puesta en marcha del Carnet de la Patria, con lo cual subió la popularidad de Maduro.
Incendio sospechoso
En marzo del 2020 un incendio extraño arrasó con el almacén al noreste de Caracas donde el CNE guardaba toda la infraestructura del sistema electoral venezolano. En media hora desaparecieron 49.408 máquinas de votación, 400 papeletas electrónicas (pantallas táctiles con las caras de los candidatos) y 49.323 lectores de huellas.
El fuego que arrasó la maquinaria física de votación fue intencionado. Según la información a la que ha tenido acceso ABC, el gobierno de Maduro estaría detrás del incendio para poder reemplazar todas las máquinas por unas nuevas creadas por el régimen para perpetuarse en el poder.
El gobierno expropió toda la infraestructura de Smartmatic porque había denunciado que había cometido un supuesto fraude con un millón de votos, y se los regaló a la argentina ExClé.
Un software a medida de Nicolás Maduro
Maduro pierde las legislativas del 2015 cuando la oposición triunfa con dos tercios de los votos y para no repetir futuras pérdidas encarga a la empresa argentina un nuevo software que le impida perder sin votos.
Con ese encargo Guillermo San Agustín viajó a Buenos Aires con algunas máquinas y desde las oficinas de ExClé que dirige su hermano Eduardo para modificar el software pero no pudieron cambiarlo completamente.
Una funcionaria del Consejo Nacional Electoral coordina con soldados venezolanos la elección del domingo. Foto: REUTERS“Maduro, sin paciencia ni tiempo para esperar el software acorde a sus necesidades, encarga a ExClé una nueva máquina que sí soportase el software que habían estado desarrollando en Argentina”, añade ABC.
ExClé ahora sí tiene tiene la máquina de votación que puede soportar el software hecho a la medida del candidato chavista. Maduro ha gastado millones para comprar las nuevas máquinas de votación pero los números de las encuestas no le favorecen para repetir en el cargo.
Maduro sabe que si hay abstención y nadie va a votar él gana las elecciones como ocurrió con el referendo del Esequibo el año pasado cuando dijo que había ganado con 10 millones de votos con los centros electorales vacíos.
Para evitar los riesgos de manipulación fraudulenta con las máquinas electorales argentinas debido a la desconfianza con el ente electoral es que el abanderado de la oposición, Edmundo González y la líder María Corina Machado han llamado a votar masivamente y quedarse en los centros hasta el final de la jornada para contar las papeletas y fotografiar las actas de votación porque saben que solo con una avalancha de votos es que la oposición puede ganar este domingo.