Esta vez no fueron lágrimas de alegría como en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 o en alguno de los Juegos Panamericanos donde su imagen recorrió las redes sociales. Este domingo, la cordobesa Fernanda Russo realizó una inquietante confesión, visiblemente emocionada, sobre lo que le ocurrió después de su participación en Tokio 2020. «Pude dar la mejor versión de Fernanda y muy atrás quedó la Fernanda con pensamientos suicidas después de Tokio», reveló tras quedar en el puesto 30° sobre 43 participantes de la prueba de rifle de aire de 10 metros.
«Hay medallas mucho más importantes que una de oro. Hoy estoy agradecida de estar parada en la línea, de estar viva, de poder disfrutar de una competencia como lo hice hoy, más allá que los últimos 20 tiros no fueron los mejores. Vine a dejar todo, esto es todo lo que había. Ahora sé lo que es disfrutar un Juego Olímpico después de tres veces y se puede mirar para adelante. Generalmente son lágrimas de felicidad y hoy son de emoción», completó.
A sus 24 años, Russo concluyó sus terceros Juegos Olímpicos con 625,4 puntos. Lejos quedó aquella adolescente de 16 años que debutó en Río de Janeiro 2016 y emocionó a un país. Se mostró segura de sí misma y bien plantada después de su participación en el Centro de Tiro de Chateauroux, que está ubicado en un pueblo alejado a más de 200 kilómetros de París.
«A ustedes que están del otro lado bancando a las 6:00 de la mañana de un domingo un deporte tan poco conocido como este y que me ven llorar cada cuatro años y que se bancan las mismas lágrimas de siempre. Quedensé con esto, porque yo hace tres años en Tokio no podía pensar que mi vida podía seguir, y yo hoy vuelvo a mi casa, y tengo una facultad donde ir, una familia que me quiere, un montón de amigos que me están esperando y la vida no se termina en la línea de tiro. Yo terminé de tirar y me sentía viva, busquen vivir, el Alto Rendimiento es un regalo. Si no fuera por mi equipo de contención hoy no estaría acá parada y seguramente no estaría respirando«, contó quien postergó recibirse en Gestión Deportiva para preparar su participación en los Juegos Olímpicos.
Se puedo a estudiar porque quiere cambiar la realidad del deporte argentino desde adentro, luchando por lo que los atletas necesitan para competir. «No existe Alto Rendimiento sino existe calidad de vida. Esta Fernanda es la misma que hace cuatro años, con más experiencia y un poco más de arrugas, pero va a seguir poniendo lo mejor de sí para que la gestión en Argentina mejore, desde mi lado como deportista estoy a disposición para lo que se necesite, porque para eso estamos, no unos contra otros, sino cómo podemos ayudarnos entre todos», cerró.