la dupla opositora toma las calles pese a las trabas que le pone el chavismo

Por donde vaya el abanderado de la oposición, Edmundo González junto a María Corina Machado, la escena de un río desbordado de gente que arrasa con furor se repite en cada rincón de Venezuela, eclipsando así al mandatario Nicolás Maduro que solo recoge migajas pese al derroche de recursos y fondos públicos.

Al concluir la primera semana de la campaña oficial, no obstante las trabas, persecuciones y obstáculos que ha impuesto el régimen autocrático y autoritario chavista contra la candidatura de la oposición, la dupla electoral opositora se ha abierto los pasos con llenos totales en cada ciudad de la geografía nacional.

El entusiasmo de los venezolanos y la emoción con que reciben la caravana del tándem de Edmundo y María Corina, al compás de una veintena de canciones que han compuesto al calor de la campaña épica admirable, se convierten en unos auténticos baños de masas, que no se reproducen en los actos de Maduro por mucho que lo intente con el despliegue de tecnología y trucos cibernéticos.

Tras protagonizar el lleno de la avenida Francisco de Miranda en Caracas la semana pasada, en la inauguración de la campaña, el diplomático Edmundo González, que fue embajador en Argentina, continuó su gira por el oriente en Barcelona y Puerto La Cruz del estado Anzoátegui, y este sábado seguirá en Valencia, estado de Carabobo.

En la concentración de la avenida intercomunal de Barcelona, González, de 74 años, destacó que el 28 de julio, día de las elecciones, “es el día de la esperanza, ese día comenzará una nueva historia en nuestra patria”.

“En mi gobierno no habrá presos políticos, ni periodistas perseguidos, ni inhabilitados. A partir del 29 de julio el único carnet que ser permitirá será la cédula de identidad”, enfatizó el abanderado de la coalición opositora Plataforma Unitaria Democrática.

Por su lado, María Corina Machado, de 56 años, inhabilitada inconstitucionalmente por el régimen por 15 años, que no compite en estas elecciones pero que aporta su caudal político de 92% de votos, ganados en las primarias opositoras de octubre pasado, expresó en el mitin: “A todos los venezolanos: tengan la seguridad que hemos hecho un trabajo en unidad impecable. Con la plataforma 600K (600.000 testigos y miembros de mesas) hasta el último centro de votación y la última mesa de este estado y del país estarán acompañados por los ciudadanos”.

“Hoy tenemos un país unido, una voluntad arrolladora, tenemos todos los votos y el candidato que representa el cambio. Un hombre trabajador, preparado y con una familia que lo acompaña”, añadió la líder liberal al referirse a su fórmula electoral con Edmundo.

Frente a las multitudes, la dupla electoral sostiene que “ya derrotamos a Maduro en la calle, sólo falta confirmarlo en las urnas”.

El mensaje de la dupla opositora es conciliadora y de abrazos abiertos con los funcionarios y empleados públicos. Hasta ahora no han prometido que despedirán a los chavistas que trabajan en la administración pública. Y más bien ofrecen negociar una transición y traspaso de poder con garantías para ambas partes, al tiempo que Maduro mantiene un silencio sobre el tema de la transición.

La posición conciliadora del tándem, formado por “el tío Edmundo y la tía María Corina” como los llaman cariñosamente los motoristas chavistas, ha conquistado más de un voto del chavismo que ya no se sonroja a la hora de manifestar su intención de votar por “Edmundo para todo el mundo” como reza el estribillo de las canciones de la propaganda opositora.

Llorosos y emocionados los seguidores intentan acercarse al camión para tocar a la pareja electoral y colgarle los rosarios en el cuello de la líder Los abrazos de los seguidores se funden sin cesar. La líder abraza a las mujeres y a los niños que le piden el regreso de sus familiares que han emigrado al exterior buscando mejor vida.

Los miles de seguidores se pertrechan con cartulina y cartones rústicos pintados a mano para manifestar su adhesión al candidato diplomático y la líder. Van a pie, en moto o colectivo por su cuenta. “A mí no me paga Maduro para venir al mitin. Vine porque tengo fe y la esperanza de un cambio”, dicen mientras a su lado corean “Se va, se va, Maduro se va…y este gobierno caerá”.

El retorno de los venezolanos de la diáspora para reconstruir el país es el leit motiv exitoso de la campaña de Edmundo y María Corina, que ha avanzado contra viento y marea sin tener recursos ni respaldos financieros, ni espacio en los medios de comunicación, ni libertad en la movilización. Y para colmo bajo la represión y persecución más dura contra todo aquel que le facilite y ayude en las giras.

Esta campaña del candidato unitario de la oposición, que cuenta con el favor de la mayoría de los venezolanos, según las encuestas, es inédita en el país. Podría parecerse a la cruzada de los primeros cristianos, durante el imperio romano, que se reunían en las catacumbas para predicar el cristianismo y liberarse del yugo de la tiranía.