en la convención republicana, JD Vance tiene su noche de estreno como candidato a vice de Trump

Fue la noche más importante de su vida, hasta ahora. James David Vance, el novato y ambicioso senador de Ohio, se enfrentó por primera vez este miércoles ante los ojos de los estadounidenses y el mundo en su debut como candidato a la vicepresidencia de Donald Trump para las elecciones del 5 de noviembre en Estados Unidos.

Telegénico, buen orador, con una increíble historia de superación que se inicia en una familia destruida por la pobreza y las drogas y termina en una universidad de élite, este joven de 39 años es hoy millonario y mucho más que un compañero de fórmula: es el futuro del movimiento populista y conservador Make American Great Again (MAGA), la semilla para que el trumpismo trascienda más allá de Trump.

JD, como lo llaman a Vance, fue la estrella de la tercera jornada de la Convención Nacional Republicana en Milwaukee, la ciudad más importante del estado de Wisconsin. Se presentó en sociedad ante los delegados del partido y las 50.000 personas que abarrotaron el recinto y sobre todo ante millones de espectadores en el prime time de la televisión.

Vance fue presentado por su esposa Usha, una abogada de origen indio a la que conoció en la universidad. Con ella tiene 3 hijos pequeños que, como destacan con ironía muchos republicanos, por su edad podían ser los bisnietos de presidente Joe Biden, de 81 años.

Cuando Vance apareció se escuchaba el “¡USA, USA!” de los electores en el piso del inmenso centro de convenciones, mientras Trump lo miraba sonriente desde la primera fila, con un vendaje en su oreja herida en el atentado del sábado. «¡JD, JD!», bramaban. «Hoy es una noche de esperanza, para elegir un nuevo camino para nuestros hijos y nietos», dijo.

«El pais lo necesita», dijo sobre Trump. «Miren esa foto desafiante de Trump con el puño en alto. Todo EE.UU. debe estar con él», dijo. «incluso en su peor momento su instinto fue pedir al país estar mejor».

No pudo evitar hacer la referencia a contraste de su edad con la del presidente. «Joe Biden ha sido un político en Washington por más tiempo del que yo he vivido», dijo mientras la gente festejaba.

Provocador y con un discurso duro más incendiario incluso que Trump, Vance sentó sus posiciones en una noche con el slogan “Hacer EE.UU fuerte otra vez”. Habló de su oposición a financiar a Ucrania en su guerra contra Rusia y sobre Medio Oriente dijo apoyar irrestrictamente a Israel y las políticas de Benjamin Netanyahu sobre Gaza. Días atrás, había levantado polémica al decir que “el Reino Unido podría convertirse en el primer país verdaderamente islamista que obtendrá un arma nuclear bajo el gobierno laborista”.

Vance fue duro contra los inmigrantes indocumentados que llegan a Estados Unidos, a los que describió como delincuentes, como lo suele hacer Trump. Los delegados de los distintos estados lo ovacionaban. Los texanos levantaban sus sombreros de cowboy al aire y alzaban carteles que decían: “Frenen la invasión en la frontera”.

Vance fue designado por Trump apenas dos días atrás, el lunes, luego de meses de deliberación personal. Al magnate lo sedujo su juventud y la energía que aporta a la fórmula con un líder que tiene 78 años y con un rival, Joe Biden, que lucha por sobrevivir a las embestidas de su propio partido que dice que no está apto para gobernar y debe ceder su lugar a alguien más joven y competitivo.

A Trump le atrajo también la historia de vida de Vance. Nació en una familia humilde del medio oeste estadounidense, vivió momentos tormentosos con su madre drogadicta y fue criado por sus abuelos en Ohio. Logró salir del infierno cuando se enroló en el Cuerpo de Marines y estudió luego en la Universidad de Yale, una de las mejores del mundo.

Se hizo famoso cuando publicó su historia en el libro Hillbilly, elegy donde plasmaba la saga familiar y la lucha de la clase trabajadora de Ohio y del cinturón desindustrializado del medio oeste, un electorado que se volcó arrasadoramente por Trump en 2016. Luego de graduarse en ciencias políticas y derecho, Vance fundo compañía de inversiones especializada en tecnologías con lo que amasó una fortuna.

Vance se refirió a su historia familiar en su discurso, habló de su abuela Memow, que escondía armas en toda su casa, para referirse a su apoyo a la Segunda Enmienda. También presentó a su mamá, que estaba en la audiencia, y dijo que lucharía para defender a las madres solteras.

Trump también lo eligió por su lugar de origen, Ohio. Cree que será un buen vocero en “muro azul”, los estados del medio oeste donde suelen ganar los demócratas y que buscan que se vuelquen a los republicanos. “Durante la campaña, se centrará fuertemente en las personas por las que luchó tan brillantemente, los trabajadores y agricultores estadounidenses en Pennsylvania, Michigan, Wisconsin, Ohio, Minnesota y mucho más allá”, dijo Trump cuando anunció su decisión.

No todas fueron rosas en esta relación política. Al principio, en la campaña de 2016, Vance fue durísimo con Trump. Lo llegó a comparar con Hitler y dijo que era un proveedor de “heroína cultural” que le traía falsas promesas a los trabajadores. Pero luego, durante la presidencia del republicano, cambió de parecer y se convirtió en el más feroz defensor del 45 jefe de la Casa Blanca.

El ex presidente conoció personalmente a Vance un día de febrero de 2021 en su casa de Mar a Lago, una reunión que facilitó el empresario Peter Thiel, dueño de PayPal. Le pidió perdón por todo lo que le había dicho. Trump quedó impresionado. “Le dijo a sus asesores que pensaba que Vance era inteligente y buen mozo –esos hermosos ojos azules, decía repetidamente— y que sería muy bueno en televisión y un matador en los debates” relataron algunos testigos de ese encuentro a The New York Times.

En los últimos días, además del Thiel, presionaron por la elección del magnate personalidades como Elon Musk y el presentador Tucker Carlson. Finalmente le ganó la carrera al senador por Florida Marco Rubio y al gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum.