Todo arrancó cuando esta empleada, en lugar de repartir DNI como si fuera figuritas, se puso artística: agarró el documento de un ciudadano y lo transformó al mejor estilo «Photoshop offline 100% analógico». Vamos, que el DNI salió tan retocado que ni reconocía dibujo del chip. Habría sido divertido si fuera una competencia de maquillaje, pero no.
Gendarmería llegó al lugar, porque claro, si uno va a actualizar un DNI, lo mínimo es tener un título habilitante, ¿no? Y ahí fue cuando la creatividad pasó a ser “creatividad punible”. “Hola, vengo a modificar tu DNI… para que digas que sos famoso, millonario, de 150 años.” Spoiler: no lo iba a usar para teletransportarse a la NASA, sino para… bueno, ni sabemos para qué, pero se armó tremendo bolonqui.
La empleada ya está procesada y es un ejemplo de “no manches con los documentos, che”. Ahora se enfrenta a la justicia y un posible futuro con entrevistas tipo: “¿Qué querías ser cuando eras chica? — Abogada, pero terminó en otra cosa…”
—