El profesor Sandro Alfieri, 59 años, que operó dos veces al Papa y dirige el equipo médico del Policlínico Gemelli que lo sigue desde su internación, el 14 de febrero, estuvo junto a él el domingo, cuando Francisco apareció por sorpresa en la plaza San Pedro, causando un shock emotivo que se difundió por el mundo. El médico aclara que “ahora está bien, no es más un enfermo sino un convaleciente”. “Somos más optimistas”.
“El Papa no quiso esconder nada, antes la silla de ruedas y ahora las cánulas nasales con una bajísima cantidad de oxígeno. A veces las debe utilizar, a veces no”. El uso masivo del oxígeno le causó los problemas en la voz que están siendo superados con dos terapias diarias. Se notó cuando saludó el domingo a la multitud que lo aclamaba durante la misa en San Pedro y la voz le salió flaca, débil.
Tras los 38 días en el Gemelli, los médicos lo mandaron de regreso a su residencia en la Casa de Santa Marta, donde vive desde 2013, cuando fue elegido y rechazó estar “demasiado solo” en los trescientos metros del alojamiento pontificio del Palacio Apostólico porque “prefiero estar entre la gente”, dijo entonces.
Le dieron dos meses de reposo absoluto. “Ahora ha hecho ya dos semanas de convalecencia y esperamos las otras seis”. El doctor Alfieri estuvo junto a Francisco las dos veces en que arriesgó morir debido a la pulmonía bilateral, que todavía padece pero que va disminuyendo lentamente.
Alfieri dijo que el Papa mismo organizó su reaparición. “Quería estar presente con la gente el día en que se celebra el Jubileo de los Enfermos”, dijo. Y agregó: «Todos lo hemos visto. Bello, atento, de buen humor, saludado por la gente bajo el palco. Quería infundir optimismo a todos los enfermos, presentes y no presentes”.
El médico jefe del equipo que lo sigue destacó que el Papa hubiera podido quitarse las vistosas cánulas de oxígeno, pero las quiso tener. Hablamos con su asistente sanitario, Massimiliano Strapetti y estuvo de acuerdo. No quería ocultar su fragilidad y así quiso presentarse a los enfermos, él que ya no lo es”.
“El papa Francisco ha mostrado su cercanía a los enfermos y a los frágiles”, dijo el médico. Según Alfieri el Papa quería también recordar con su testimonio “la importancia de mantener un nivel alto del sistema sanitario, a disposición de todos”.
El regreso del Papa reabre las esperanzas de poder contar con su presencia al menos en alguno de los ritos de Pascua. El Vaticano ya anunció que el domingo de Pascua, el Papa dará su bendición “Urbi et orbi” (a la ciudad de Roma y al mundo”), luego de la misa en la plaza de San Pedro, a las 10,30. El mensaje pascual de Francisco será leído por el cardenal Pietro Parolín, el secretario de Estado. Mientras en las otras ceremonias puede ser sustituido, solo el Papa puede dar bendición “Urbi et orbi”
Un grupo de cardenales ya ha sido alertado para sustituir al pontífice. Se rumorea que tal vez el Papa podría asistir el domingo a las diez, en la plaza de San Pedro, para los ritos del Domingo de Ramos.
Los cardenales ya alertados sustituirán al Papa el Jueves y Viernes Santos. También en la larga Vigilia Pascual del sábado, con la celebración de la Pasión en la Basílica Vaticana a las 17.
