Finalmente, después de que el presidente Javier Milei amenazara con salirse del Mercosur si no lo dejaban firmar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, el escenario mundial con el tarifazo que a todos los países les impuso Donald Trump, encuentra a los cancilleres del bloque del Cono Sur reunidos en Buenos Aires, este viernes, para discutir sobre su propia situación. La misma es difícil, cargada de diferencias.
Argentina ya propuso en una reunión de coordinadores de hace semanas reflotar lo que propuso el año pasado la Cancillería de Milei: flexibilizar el bloque, que le permita a sus miembros firmar acuerdos comerciales con terceros Estados, algo que no pueden hacer de manera individual por los tratados fundantes de 1991, y sobre todo por normativas de 2000.
Este viernes, el canciller Gerardo Werthein como anfitrión, y el embajador Luis Kreckler como cabeza comercial y coordinador nacional estaban planteando un esquema de transparencia por el que cada pais pueda hacer negociaciones exploratorias manteniendo informadas a las partes.
La propuesta ya la habían hecho la canciller Diana Mondino y el ex Secretario de Comercio Internacional Marcelo Cima, en Brasilia. Pero después se firmó el acuerdo de diciembre con la Unión Europea, lo único concreto hasta ahora, pero a su vez con muchas dificultades de concreción por las oposiciones que salen a un lado y a otro, en este caso la de los franceses. La dura guerra tarifaria que Donald Trump desató con China, pero que también extendió a todo el mundo revive la urgencia local y europea por flexibilizar sus exigencias comerciales con otros continentes.
Ahora, dicen en el gobierno argentino van con una propuesta “por primera vez firme”, Y afirman que Brasil está más receptivo a pesar de la inexistencia de un diálogo entre Javier Milei y Lula da Silva, o de Javier Milei con el nuevo mandatario uruguayo, Yamandú Orsi. El libertario sólo se relaciona con Santiago Peña, a quien visitó en Paraguay el jueves.
Desde las 11 de la mañana, en el Palacio San Martín, estaban reunidos Werthein, Mauro Vieira, de Brasil; Mario Lubetkin, de Uruguay; Rubén Ramírez, de Paraguay; y Celinda Sosa Lunda, de Bolivia.
«Vamos a conversar sobre la situación actual, vamos a ver cómo seguimos de aquí hacia el futuro. Tenemos buenas posibilidades de lograr acuerdos convenientes para Argentina y el bloque», dijo Werthein a unos periodistas antes de entrar a la reunión.
El jueves, el gobierno de Lula da Silva hizo oír su posición en la reunión que mantuvieron con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el canciller Mauro Vieira y el embajador brasileño en Buenos Aires, Julio Bitelli. Fue en la Casa Rosada. En Brasilia en tanto, según se vio en redes, el embajador Daniel Raimondi mantenía conversaciones con el equipo vecino.
Hasta pasado el mediodía no se va a conocer el resultado de las conversaciones, que son informales. Por su parte, Milei, quiere adoptar la normativa nacional para cumplir con la idea de reciprocidad arancelaria de Donald Trump, que le impuso a todos los productos argentinos un arancel adicional del 10 %, al igual que a Brasil , a Colombia y a varios países de la región. Muy lejos del 145% que mantiene con China, sin pausa alguna.
La situación de la Cancillería es muy especial porque desde que fue despedida Mondino nunca se conformaron las nuevas autoridades, que son todas transitorias.
Tampoco se conformó el equipo comercial, que sin dudas lidera al momento Kreckler, cónsul en San Pablo. Su equipo es el que está a cargo de elaborar las propuestas a sus vecinos. En los últimos días el gobierno convocó a Buenos Aires por Boletín Oficial a Fernando Brun, hasta ahora embajador ante Alemania.
A Brun, si nada cambia en la Cancillería se le tiene como destino la Secretaría de Comercio Internacional, que ocupaba Cima, que ahora ocupa transitoriamente Kreckler y que debe conformarse de una vez de manera estable porque es un cargo medular.
Kreckler sigue siendo en los papeles, cónsul en San Pablo de este gobierno, pero se ganó toda la confianza de Karina Milei y del equipo económico del gobierno y quedó a cargo de una serie de negociaciones al desatarse la crisis interna por el despido de Mondino.