Los 133 electorales que participarán del encuentro tendrán en sus manos una tarjeta de forma rectangular con esa frase escrita en la mitad superior. En la mitad inferior habrá un espacio para escribir el nombre del sucesor elegido. La forma de la tarjeta permite que se pueda doblar en dos sin ningún inconveniente.
Mientras los 133 cardenales designados se preparan para comenzar el cónclave para elegir al nuevo sumo pontífice, el Vaticano ya designó al que será el responsable de anunciar al sucesor del papa Francisco con la histórica frase “Habemus papam”. Se trata del cardenal francés Dominique Mamberti, hombre de confianza del difunto Papa, quien a los 73 años es el purpurado de mayor antigüedad en la orden.
De esta forma, Mamberti será quien haga el anuncio desde el balcón de la basílica de San Pedro. “Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus papam!” (“Les anuncio con gran alegría: ¡Tenemos Papa!”, en español), es lo que debe gritar en latín antes de revelar la identidad del nuevo papa a la multitud de fieles congregados en la plaza de San Pedro.
El cardenal nació en Marrakech el 7 de marzo de 1952, fue ordenado sacerdote en 1981 en Francia y entró en el servicio diplomático de la Santa Sede en 1986. Tras tres años en el Vaticano como consejero en la Secretaría de Estado, Benedicto XVI lo nombró en 2006 como ministro de Relaciones Exteriores del Vaticano. A su vez, Francisco lo designó en noviembre de 2014 como prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, uno de los puestos más altos de la jerarquía pontificia.
Antes de que los electores comiencen a escribir, el Secretario del Colegio Cardenalicio, el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias y los Maestros de Ceremonias deben abandonar la Capilla Sixtina, después el último Cardenal Diácono cierra la puerta, abriéndola y cerrándola tantas veces como sea necesario.
Luego del fallecimiento o renuncia de un Papa, desde el Vaticano se realiza una elección tradicional y rutinaria en la que los cardenales obispos se reúnen para votar al próximo Sumo Pontífice y jefe del Estado católico. Tras este proceso, surge la incógnita de qué significa la fumata blanca una vez resuelto el escrutinio. Conocé de qué se trata.
Durante el cónclave los cardenales, procedentes de 70 países, estarán aislados del mundo exterior, entregarán sus celulares y se bloqueará la cobertura alrededor del Vaticano para evitar que puedan comunicarse hasta que encuentren un nuevo líder para la institución, que cuenta con 1.400 millones de fieles.
A pocas horas del inicio de un cónclave dividido, con el mayor número de cardenales y el más internacional y global de la historia, en la misa “pro-eligiendo Pontífice” el decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, de 91 años, hizo un fuerte llamado a la unidad en la diversidad, recordó que “el amor es la única fuerza capaz de cambiar el mundo” y auspició “la elección del Papa que necesita nuestro tiempo”, por el bien de la Iglesia y de la humanidad.
En una misa solemne marcada por bellísimos coros en la que participaron los 133 cardenales electores y otro centenar de no electores -mayores de 80 años, el cardenal Re, que por su edad tampoco podrá ingresar a la Capilla Sixtina -donde esta tarde comenzará la elección ‘cum clave’ secreta más fascinante del mundo-, trazó el perfil que debería tener el sucesor de Francisco.
“Estamos aquí para invocar el auxilio del Espíritu Santo, para implorar su luz y su fuerza, a fin de que sea elegido el Papa que la Iglesia y la humanidad necesitan en este momento de la historia tan difícil, complejo y atormentado”, dijo al principio de su sermón.
Los 133 cardenales que participarán de la elección del próximo Papa ingresarán a la Capilla Sixtina a las 16.30 de Roma -11.30 de la Argentina- y, una vez que se cierren las puertas, no habrá novedades hasta que de la chimenea salga fumata blanca, lo que implica que ya se eligió al sucesor de Francisco.
A partir de las 10 (hora romana), empezó la “misa pro-Eligendo Pontifice“, en la que se encuentran todos los cardenales, no solo los 133 que van a votar en el cónclave. Las puertas de la Capilla Sixtina se cerrarán a las 16.30 de Italia.
La ceremonia tiene sede en la Basílica de San Pedro y es presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio.
A minutos de que empiece la misa previa al inicio del cónclave en el que se elegirá al Papa sucesor a Francisco, los fieles se acercan a la Plaza de San Pedro, mientras que el Vaticano desplegó un operativo de seguridad con detector de metales. Hoy por la tarde habrá fumata.
Todos los que participan del cónclave, cardenales y laicos, juraron mantener un secretismo absoluto acerca de la intimidad de la elección del sucesor del Papa Francisco. Podrán salir a almorzar o cenar, pero no podrán hacer declaraciones a la prensa, según describió el periodista Ignacio Damonte, desde el móvil de LN+ en Roma.
En vísperas del cónclave en el que se definirá el sucesor del papa Francisco, la Santa Sede emitió un comunicado en el que los cardenales expresaron su “preocupación por las poblaciones que siguen siendo víctimas de conflictos”. “Hacemos un sentido llamamiento a todas las partes implicadas para que alcancen cuanto antes un alto el fuego permanente y negocien, sin condiciones previas y sin más demora, la paz largamente deseada por las poblaciones implicadas y por el mundo entero”, expresaron.
Una vez que todos los cardenales han depositado sus papeletas en la urna, el primer escrutador sacude la urna varias veces para barajar las papeletas e, inmediatamente después, el último escrutador procede al recuento de las papeletas sacándolas visiblemente una a una de la urna y depositándolas en otro recipiente vacío. Si el número de papeletas no corresponde al número de votantes, deben quemarse todas y se procede inmediatamente a una segunda votación. Si, por el contrario, sí coincide con el número de votantes, se procede al recuento.
Los 133 cardenales electores del próximo cónclave están en Roma para elegir al sucesor del papa Francisco y definir el futuro de la Iglesia de 1400 millones de católicos.
Los llamados “príncipes de la Iglesia” se encerrarán a partir del miércoles en la Capilla Sixtina hasta elegir al nuevo pontífice en una votación incierta y sin claros favoritos.
Por Elisabetta Piqué
En un clima electrizante y un escenario aún lleno de incógnitas en el horizonte, comenzará mañana el cónclave para suceder al papa Francisco. Aunque por lo bajo algunos cardenales que concluyeron este martes las congregaciones generales confesaban que no había surgido de las reuniones un candidato “obvio”, las últimas intervenciones dejaron en claro que si bien es imposible que salga electo alguien que es una “fotocopia” de Francisco, muchos quieren que el 267 pontífice de la historia de la Iglesia católica sea un pastor con sus mismas prioridades.
Por Elisabetta Piqué
Al ingresar a las congregaciones generales, las reuniones pre-cónclave, los cardenales juraron mantener en reserva todo lo que pasaba allí dentro. Si bien algunos interpretaron este juramento como que no debían hablar con la prensa, muchos otros, en cambio, sí concedieron entrevistas, con la condición de hablar de otros temas no inherentes a esas discusiones a puertas cerradas.