Enstone, INGLATERRA.- Un camino rural asfaltado, con interminables praderas sembradas con trigo y cebada y tupidos bosques que llegan hasta la banquina, son la antesala de un espacio en el que se combina lo último en tecnología y diseño de los motores más potentes. Pasando el pequeño pueblo de Enstone, en el centro de Inglaterra y a unos cien kilómetros de Londres, se encuentra el cuartel general de Alpine de Fórmula 1. La fábrica, que se levantó a principios de los años 90 para Benetton, luego pasó a manos de Renault y Lotus, y desde 2021 lleva el sello de Alpine, la marca deportiva de Renault.
Afuera solo se escucha la brisa que mueve la copa de los árboles. En la puerta, tres A110, la joya de Alpine, están estacionados junto a decenas de coches de los trabajadores de la planta en la que se construyen los sueños de la Fórmula 1. El sitio de Flavio Briatore esta mañana está vacío. El italiano, bajo cuyo mando Renault ganó dos campeonatos mundiales de pilotos con Fernando Alonso, y también de constructores, es el cerebro deportivo de la escudería y también el gran gestor del regreso este 2025 de Franco Colapinto a la F1.
Horas después del GP de Silverstone, en el que LA NACION estuvo presente, el monoplaza del piloto argentino empieza a ser desarmado por un grupo de cuatro mecánicos. El lugar de trabajo se asemeja más a un quirófano que a un taller. Casi no hay ruidos ni olores, mucho menos manchas de aceite en el piso. Con pantalón de vestir, zapatos y la remera oficial azul que utiliza el equipo francés, uno de los mecánicos comienza a sacar las piezas para afinar el auto del argentino que volverá a las pistas a fines de julio en Bélgica y seguirá su derrotero hacia la última parte del año de la competencia más convocante del automovilismo.
Pese al mal trago que vivió Colapinto en Inglaterra, en la planta hay entusiasmo por el desempeño de su compañero de equipo, el francés Pierre Gasly, que sumó puntos en el Gran Premio británico.
LA NACION recorrió la fabrica ubicada a pocos kilómetros del circuito de Silverstone, zona en la que también están asentados otros equipos de Fórmula 1.
Además de los detalles de última generación y los nuevos prototipos que serán parte de la próxima temporada en cada una de las competiciones en las que participa la escudería francesa, la planta guarda un lugar para entrenar a sus pilotos.
Entre los espacios de mecánica, diseño y fabricación de componentes de los coches de carrera, Alpine desarrolló un laboratorio de rendimiento completamente equipado para pilotos, desde los junior hasta Colapinto y Gasly. Ubicado en el primer piso de la planta, también sirve para mecánicos, ingenieros y quienes trabajan en pista durante las competencias. Junto a un enorme gimnasio, que además utilizan los trabajadores de la planta, se realizan pruebas físicas, cognitivas y biomecánicas.
Hay salas que incluyen simuladores y se hacen pruebas con la tecnología más avanzada. Todo ello junto a profesionales que desarrollan sesiones de entrenamiento físico y programas de nutrición.
Desde Enstone se diseñan los planes que Colapinto debe seguir antes de cada carrera, como horarios de sueño, alimentación e hidratación, y uso de suplementos naturales aprobados para facilitar el ajuste a cada huso horario cuando el calendario así lo exige.
Además, se emplean técnicas de recuperación como baños de contraste, compresión y restricciones de flujo sanguíneo, para optimizar la regeneración muscular y reducir el estrés fisiológico y mental tras cada jornada de alta exigencia.
De la mano de Colapinto, los argentinos pudieron familiarizarse con una marca que está presente desde hace siete décadas en Francia y que es un sello distintivo en varios países europeos.
Este año, Renault presentó en la Argentina el Arkana E-Tech hybrid. También está previsto el lanzamiento del Renault Nuevo Koleos espirit Alpine full hybrid E-Tech.
Pero ahora los directivos de la marca evalúan vender en el país coches de la marca deportiva de alta gama fundada en los años 50 en Francia. Entre ellos, están el A110, el A290 e incluso el A390.
El A110 es el deportivo de Alpine, con su motor de 300 caballos y la fibra de carbono que predomina en toda su carrocería.
Entre los autos de calle de la marca se anota el A290, un deportivo totalmente eléctrico de nueva generación.