¡Agárrense, muchachos, que se viene el quilombo! Parece que los choferes de colectivo están a punto de declarar la guerra. ¡Y todo por culpa de la plata!
Resulta que los empresarios del transporte, ¡unos capos para contar billetes!, se olvidaron de pagarles a los choferes. ¡Ups!
Pero no se preocupen, que el gran Ricardo Salvá, ¡el rey de los colectivos!, salió a calmar las aguas. «¡No hay de qué preocuparse!», dice con una sonrisa de oreja a oreja. «¡Los sueldos están al caer! ¡Es más, tenemos tiempo hasta el 28 de febrero para pagar! ¡Asà que relájense y disfruten del viaje!».
¡Ajá!, le responden los choferes, que no se tragan ese cuento. «¡Queremos la plata ya!», gritan a coro. «¡Y no nos vengan con excusas baratas! ¡Si no nos pagan, paramos el servicio y se acabó el viaje!».
Y mientras tanto, los pobres usuarios del transporte público, ¡a sufrir! ¿Qué haremos si los colectivos no salen? ¿Iremos a pata? ¿En bicicleta? ¿En monopatÃn? ¡Ay, Dios mÃo, qué estrés!
Pero bueno, ¡tomémoslo con humor! Al fin y al cabo, ¿qué serÃa de la vida sin un poco de caos? ¡Asà que subámonos al colectivo y disfrutemos del viaje! ¡Quién sabe qué nos espera a la vuelta de la esquina!