Marcelo Molina, secretario de Tránsito y Transporte, dejó en claro que la Red Tulum no es para cambios drásticos. “No se puede mover mucho el tablero, porque la gente se asusta”, comentó. Así que, por ahora, el sistema recibe “ajustes suaves”, como quien acomoda un cuadro torcido para que nadie se dé cuenta.
La estrella del show: Caucete-Terminal-Hospital Rawson
Uno de los cambios recientes fue en esta línea. Según Molina, los usuarios están contentos… o al menos, no se han quejado tanto, lo cual ya es un triunfo. Aunque la prueba sigue, los primeros días parecen prometer más aplausos que abucheos. Las ideas no salen solo de un escritorio. Molina admitió que la Red Tulum tiene como principal asesor… ¡las quejas de los pasajeros! “Lo que hacemos es escuchar a los medios, a la gente y hasta a la vecina del barrio que siempre tiene algo para decir”, confesó.
Aires acondicionados: el eterno drama
El aire acondicionado en los micros es como el amor: a veces funciona, a veces no. Molina aseguró que este verano las cosas van mejor, porque los micros fueron “reentrenados” para prender el aire sin excusas. ¿Funcionan todos? No. Pero si el año pasado estábamos en el Sahara, ahora estamos más cerca del Caribe.
Micros nuevos y viejos chismosos
La flota se renueva, aunque algunos micros antiguos todavía se aferran como suegras en Navidad. Este año llegaron varias unidades, y el próximo llegarán más. ¿Cuántas? Bueno, es sorpresa, pero al menos hay esperanzas de que los que rechinan en las esquinas digan adiós.
El boleto: el héroe estable
Buenas noticias: el boleto no sube. ¿Por qué? Según Molina, el dólar está “plancha’o”, el combustible tranquilo y los sueldos estables. Así que, por ahora, no habrá dramas en el bolsillo de los usuarios.
Menos quejas, pero aún lejos del paraíso
Antes recibían 100 quejas al día. Ahora, solo 20. Para Molina, esto es un éxito rotundo, aunque aclaró que “todavía hay micros que se olvidan de que el aire y los recorridos también importan”.
En resumen: la Red Tulum va mejorando, pasito a pasito, como quien aprende a manejar un colectivo… sin olvidarse de prender el aire.