Todo empezó porque Patricia, con cara de suegra enojada en casamiento, le gritó virtualmente a la vice: “¡Levántese, señora Vicepresidente!”, y de paso la acusó de ser cómplice del kirchnerismo destructor. ¡Tranqui, Pato! ¿Querés un Neuril?
Round 1 – La silla maldita
Bullrich estaba indignada porque Villarruel no se quería levantar de la silla presidencial del Senado. ¡Parecían dos adolescente peleando por el último asiento libre en el bondi al lado del vago que te gusta en la escuela. Bullrich, a puro tweet, la retó como maestra en acto escolar: “¡No denigre la institución que preside!”
Victoria, mientras tanto, se acomodaba la pollera y decía: “De acá no me muevo, ¡querida!”
Round 2 – ¡El orgasmo… digo, el “orgas” terrorista
Y ahí explotó todo, porque Villarruel salió a contestar con un carpetazo de los años ’70 y escribió: “La democracia fue denigrada cuando personas que integraron orgas terroristas como en su caso, manejaron durante décadas el destino del país.”
¡“Orgas terroristas”! Medio país se quedó leyendo dos veces para ver si no había dicho “orgasmo terrorista.” Los correctores ortográficos piden indemnización psicológica.
Round 3 – La vice y el manual de Educación Cívica de Mora y Araujo
Victoria, que parece tener la Constitución bajo la almohada, le tiró letra a Bullrich:
“Antes de hacerse la picante, repase la Constitución Nacional.”
O sea: “Patricia, leé un poco, mija.”
Y de paso aclaró que estar en la silla de la Vice no significa bancar leyes raras, sino que “el recinto es soberano.” (Que suena muy solemne… pero mientras tanto todos ahí adentro se gritaban como si se estuvieran peleando de verdad.
Round 4 – Patricia dramática modo Susana Giménez
Bullrich volvió con un acting de novela como si fuera Rolando Rivas taxista
“¿Qué pretende usted, Victoria? ¿Que la llamen para darle palmaditas en la espalda y decirle ‘Muy bien, Vicky, usted es Vicepresidente’?”
Casi como que me la imagino diciendo eso mientras agita las manos y se le mueve la melena. Y le pegó donde duele: “Si va a habilitar sesiones porque no la llaman seguido desde Casa Rosada, le importa más su ego que el país.”
¡Plaf! Golpe bajo. ¡Y sin guantes!
Mientras tanto… en el Congreso
En medio de todo este culebrón, los senadores entraban y salían del recinto como si fuera un shopping en liquidación. La sesión arrancó a las 14.15, con la kirchnerista Silvia Sapag presidiendo hasta que entró Villarruel cual heroína como la Isabel Sarli en esas superproducciones de Armando Bo, con viento en el pelo y banda sonora épica al ritmo de «Que Pretende usted de mi…».
Mientras tanto, el Gobierno sudaba frío porque se venían proyectos para:
- Aumentar bonos a los jubilados
- Prorrogar la moratoria previsional
- Declarar la emergencia en Discapacidad
Milei, seguramente, estaba con calculadora en mano gritando: “Zurdos hijos de puta…tiemblen!
Bonus Track: Gobernadores con GPS para encontrar la caja
Los gobernadores, más vivos que el hambre, aprovecharon para pedir plata fresca vía coparticipación. ¡Como diciendo “Javier, soltá la guita, que no estas tan bien como te quieren hacer creer…
MORALEJA DEL BARDERO GATE:
Mientras Pato y Vicky se sacan chispas en redes, el resto del país observa con pochoclos y se pregunta: “Che, ¿y la inflación? ¿Y los sueldos? ¿Y cuándo bajan los fideos?”
Pero tranquilo, Argentina… mientras haya quilombo político, ¡el show nunca se termina!