La Secretaría de Transporte de la nación, en un acto de audacia cuasi revolucionaria, tiene terminado un proyecto impensado hasta hace poco: que el transporte público funcione como la gente incluso durante los feriados. Sí, leyó bien. Colectivos que circulen con normalidad aunque sea feriado. Una propuesta que podría romper con años de costumbre nacional donde todo —menos el mate y el asado— se frena en los días feriados.
La iniciativa surge, dicen, por los reclamos de usuarios que insisten en querer viajar también los feriados. Gente rara que trabaja, tiene turnos médicos, o simplemente no quiere pasar tres horas esperando un colectivo en la parada mirando pasar el viento y los perros callejeros.
Actualmente, el sistema funciona con frecuencia “modo vacaciones en Marte”: pasan menos colectivos que ideas en una reunión de consorcio. Pero desde la Secretaría aseguran que están estudiando la posibilidad de cambiar eso, siempre y cuando no implique gastar más, molestar a las empresas, o alterar el delicado ecosistema del no-hacer-nada en feriados.
Según trascendió, se evalúan cosas como encuestas a los pasajeros (que no tienen colectivo pero ahora tienen encuestas), análisis de datos históricos (de cuando todavía había colectivos) y reuniones con gremios, empresarios y algún chamán por las dudas.
Si todo sale bien, y los planetas se alinean, podríamos ver un colectivo un 1 de mayo o un 9 de julio sin necesidad de hacerle una promesa a San Cayetano. Aunque, por las dudas, no deje de prenderle una velita.