Este aumento en el precio de los huevos es un verdadero «huevo duro» para el bolsillo de los sanjuaninos. ¡Y pensar que hace unos meses un maple costaba menos que una gaseosa en un kiosco! Ahora, con el precio en alza, la tortilla ya no se da vuelta tan fácil.
Entre las gallinas que no aguantaron el calor, la fiebre keto y la fiebre importadora de EE.UU., el huevo se ha convertido en un bien casi de lujo. Si la tendencia sigue, pronto lo veremos en las joyerÃas al lado de los anillos de compromiso: «¿Le envuelvo una docena para regalo?»
Mientras tanto, los comerciantes miran con preocupación y los consumidores hacen cálculos: «¿Hago un omelette o ahorro para la nafta?». Lo cierto es que, si la escalada sigue, pronto en San Juan habrá más revueltos en las góndolas que en la polÃtica local.
Seguiremos informando… si nos queda huevo para hacerlo. 🥚💸