Al día siguiente del fallecimiento del papa Francisco, el sacerdote jesuita Michael Czerny, quien participará del cónclave para elegir al sucesor del Sumo Pontífice, aseguró que los cardenales que estarán presentes van a «escoger lo mejor posible» al nuevo líder de la Santa Sede.
«Todos estarán incluidos y vamos a seguir el impulso del Espíritu Santo para escoger lo mejor posible al sucesor de Pedro, al sucesor del papa Francisco», enfatizó Czerny, quien participará por primera vez del ritual en el 135 cardenales menores de 80 años se encerrarán en la Capilla Sixtina para elegir un sucesor.
El cónclave debe comenzar entre el 15º y el 20º día después del fallecimiento del Papa, es decir entre el 5 y el 10 de mayo. Los cardenales deberán viajar a Roma para participar de la elección del sucesor de Francisco.
En ese contexto, se realizarán cuatro votaciones por día —dos por la mañana y dos por la tarde— hasta alcanzar una mayoría de dos tercios. El número clave es 92. El total del Colegio Cardenalicio es de 252 miembros, incluyendo a los mayores de 80 años que por una decisión de Pablo VI no pueden sufragar, por lo cual solo votarán 135 cardenales.
La fumata blanca, señal de que la Santa Sede tiene un nuevo líder, se logra divisar desde la Plaza de San Pedro, donde los fieles esperan conocer los resultados del cónclave. Es producto de la quema de las papeletas que contienen los votos de los cardenales, a las que antes de quemarlas en un horno especial se las rocía con químicos que le dan el color al humo que saldrá de la chimenea de la Capilla Sixtina.
Consultado en Radio 10 sobre las versiones acerca de presiones en torno al Cónclave, el sacerdote jesuita evitó dar una respuesta concreta y argumentó: «Soy un cardenal muy joven, entonces no tengo experiencia para responder a eso».
Ante la repregunta respecto de si es la primera vez que va a participar de la elección, Czerny respondió de manera afirmativa y detalló: «Tengo solo 10 años menos que el papa Francisco y solo 5 años de cardenal».
Respecto de los motivos por los que Francisco decidió no regresar a su Argentina natal durante su papado, el cardenal retrucó: «Esa es una pregunta que solo ustedes pueden contestar. Desde aquí no podemos saber. El mea culpa, la conciencia de la parte de ustedes, ha dificultado y obstaculizado esta visita. Estoy seguro que él quería mucho visitar la Argentina pero las condiciones no se daban y ustedes tienen que identificar estas condiciones. No podemos hacerlo desde afuera».
Para el sacerdote jesuita, el fallecido Sumo Pontífice «fue un Papa que transformó la Iglesia y la relación entre la Iglesia y el mundo», además de considerar que el sucesor de Francisco debería continuar con las reformas emprendidas.
«La Iglesia tiene que continuar y continuar transformando, continuar desarrollándose en respuesta a las exigencias de ser Iglesia de los pobres, de los que sufren», manifestó.
En referencia a la última aparición pública que realizó Francisco el día previo a su muerte, cuando participó del Domingo de Pascuas y recorrió la Plaza de San Pedro en su Papamóvil tras impartir la bendición Urbi et Orbi, reflexionó: «Es exactamente lo que él hubiera querido, morir así con la gente. Ahora sabemos que fue una despedida».
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El papa Francisco dio su bendición “a Roma y al mundo” desde el balcón de San Pedro y recorrió la plaza aclamado por 60 mil fieles
«También lo que dice su testamento, que ha ofrecido todo su sufrimiento para la paz del mundo. Es consistente con todo lo que ha hecho y con cómo ha sido nuestro Papa. Somos sumamente agradecidos. Estamos más agradecidos que tristes», agregó.