La sonda Parker de la NASA logró la mayor aproximación al Sol de la historia, exponiéndose a temperaturas de más de 930 grados Celsius. Lanzada en 2018, tiene como objetivo recabar datos científicos y predecir eventos meteorológicos espaciales. A pesar de perder contacto temporal con los centros de control, se espera que proporcione datos de territorio desconocido, ayudando a resolver misterios sobre el Sol, como el origen del viento solar y la formación de eyecciones de masa coronal.