Más de 100 personas murieron y otras 50 resultaron heridas en el noroeste de Nigeria mientras intentaban recoger combustible de un camión cisterna volcado, lo que provocó que el vehículo explotara en llamas, informaron el miércoles los servicios de emergencia.
El accidente se produjo a medianoche en la ciudad de Majiya, en el estado de Jigawa, después de que el conductor del camión cisterna perdiera el control del vehículo mientras circulaba por una carretera, dijo el portavoz de la policía local, Lawan Adam.
Noventa y siete personas fueron “reducidas a cenizas” en el lugar, mientras que otras ocho murieron en el hospital, dijo a The Associated Press el doctor Haruna Mairiga, jefe de la Agencia Estatal de Manejo de Emergencias de Jigawa.
Los accidentes mortales de camiones cisterna son comunes en Nigeria, el país más poblado de África, donde las normas de tráfico no se aplican estrictamente en muchos lugares y faltan alternativas como un sistema ferroviario eficiente para transportar carga.
También es común que las personas recuperen combustible en vasos y baldes para llevárselos a casa después de este tipo de accidentes. La práctica se ha vuelto más común en medio de los crecientes precios del combustible en Nigeria, que se han triplicado desde principios del año pasado cuando el pais puso fin a los costosos subsidios a los combustibles.
El conductor involucrado en el último accidente había viajado unos 110 kilómetros desde el vecino estado de Kano, dijo la policía.
Los residentes que se enteraron del accidente acudieron rápidamente al lugar y recogieron combustible, «provocando un infierno masivo», dijo el portavoz de la policía Lawan Adam.
Los videos de la escena mostraban un incendio masivo que se extendía por toda el área, con lo que parecían ser cuerpos tirados en el lugar.
Los residentes de la ciudad de Majiya estaban de luto el miércoles por la mañana mientras los locales realizaban un entierro masivo para las víctimas. La mayoría de los cuerpos estaban irreconocibles, dijeron los servicios de emergencia.
«Si hubieran sabido (del peligro), no habrían ido a buscar (el combustible)», dijo Mairiga, jefe de los servicios de emergencia.