JERUSALÉN.- La cuestionada Fundación Humanitaria para Gaza (FHG), una organización de origen opaco pero que tiene el apoyo de Estados Unidos, llevó adelante este martes su segundo día de distribución de ayuda humanitaria en el sur de Gaza, una jornada caótica que acabó con disparos de tanques y armas israelíes después de que multitudes de palestinos rompieran desesperadamente las vallas del centro para obtener alimentos.
Cientos de miles de hombres, mujeres y niños caminaron varios kilómetros este martes a través de las líneas militares israelíes para llegar al centro de distribución de la FHG establecido en las afueras de Rafah.
En un momento dado, la multitud desesperada en busca de ayuda rompió las vallas del centro, lo que provocó disparos del ejército israelí. Los soldados afirmaron que dispararon “tiros de advertencia” al aire para dispersar a la multitud alborotada fuera del sitio.
En un comunicado, la FHG dijo que debido al gran número de palestinos que buscaban ayuda, el personal en el centro siguió los protocolos de seguridad y “se retiró” para permitir que se dispersaran, y luego reanudaron las operaciones.
“Hacía cola en un punto de distribución de ayuda en Rafah con cientos de ciudadanos y de repente una gran cantidad de personas comenzó a empujar y entrar de forma desordenada”, dijo Ayman Abu Zaid, un gazatí desplazado.
“Fue por la falta de ayuda y la demora en la distribución. Intentaron entrar para llevarse lo que pudieran”, precisó.
Saleh Abu Najjar, otro palestino, dijo que escuchó un tanque disparando desde la distancia, al este del centro. “La situación era muy peligrosa y la gente estaba asustada”, expresó.
La FHG utiliza contratistas privados armados para proteger los centros y el transporte de suministros. El centro está cerca de posiciones militares israelíes en el corredor Morag, una franja de territorio a lo largo de Gaza que divide Rafah del resto del enclave.
A última hora de la tarde del martes, la fundación informó que había distribuido unas 8000 cajas de alimentos, equivalentes a unas 462.000 comidas, tras casi tres meses de bloqueo israelí del enclave.
“Lo que ha ocurrido hoy es una prueba concluyente del fracaso de la ocupación a la hora de gestionar la crisis humanitaria que ha creado deliberadamente mediante una política de hambruna, asedio y bombardeos”, dijo en un comunicado la oficina de medios de comunicación del gobierno dirigido por Hamas.
Algunos de los destinatarios mostraron el contenido de los paquetes, que incluían arroz, harina, legumbres en lata, pasta, aceite de oliva, galletas y azúcar.
Israel dice que la GHF, con sede en Suiza, es una iniciativa respaldada por Estados Unidos y que sus fuerzas no participarán en los puntos de distribución donde se repartirán los alimentos. Pero su respaldo al plan, que se asemeja a planes israelíes anteriores, y su cercanía a Estados Unidos han llevado a muchos a cuestionar la neutralidad de la fundación, incluido su propio exjefe, que dimitió inesperadamente el domingo.
La fundación fue registrada en Ginebra en febrero, pero no tiene oficinas ni representantes que se conozcan en esta ciudad suiza, donde tienen sede las grandes organizaciones humanitarias.
El ahora ex director ejecutivo de FHG Jake Wood dijo el domingo que renunciaba a su puesto ya que la fundación no se adhería a “los principios humanitarios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia”.
La organización ha sido duramente criticada por Naciones Unidas, cuyos responsables han afirmado que los planes de distribución de ayuda de la empresa privada son insuficientes para llegar a los habitantes de Gaza.
Israel afirma que el sistema tiene por objeto desvincular la ayuda de Hamas, a la que acusa de robar y utilizar los alimentos para imponer su control sobre la población, acusación rechazada por Hamas, que afirma que protege los convoyes de ayuda de las bandas de saqueadores armados.
El ejército israelí afirmó que dos centros de distribución de la organización respaldada por Estados Unidos comenzaron a operar el martes “en Tel al Sultan y el corredor de Morag, en la zona de Rafah”.
Una de las principales críticas contra FHG es su método de designar “lugares de distribución seguros”, que muchas organizaciones afirman que va en contra de los principios de la ayuda humanitaria, ya que obliga a la población a desplazarse en medio de un conflicto.
Otra cuestión es la ubicación de estos puntos de distribución, teniendo en cuenta el plan anunciado por Israel para la “conquista” de Gaza.
La ONG Trial International pidió la semana pasada a las autoridades suizas que investiguen si la fundación cumple con la ley local y con el derecho internacional humanitario.
El Ministerio del Interior de Gaza, un territorio gobernado por Hamas, afirmó que la labor de FHG es parte de un “plan israelí” para controlar la distribución de la ayuda en la Franja. También señaló que la organización es “sospechosa” y acusó a Israelde utilizarla con fines militares.
Israel puso fin la semana pasada a un bloqueo total de la entrada de ayuda para Gaza que duró más de dos meses, pero las organizaciones humanitarias afirman que los insumos distribuidos desde entonces son insuficientes.
Agencias AP, Reuters y AFP