Una balacera durante un concierto del grupo de cumbia peruana Agua Marina dejó al menos cinco heridos en Chorrillos, Lima. Cuatro de ellos son integrantes de la banda y el restante es un vendedor de bebidas. La Policía investiga el hecho como una posible extorsión, en medio de una ola de criminalidad que golpea al país.
Según informó la fiscalía peruana, el ataque ocurrió cerca de las 22.20 del miércoles (hora local) durante una presentación en el Círculo Militar Tarapacá, ante unas 2000 personas. Testigos relataron que los disparos provinieron desde la parte posterior del escenario, lo que provocó pánico entre el público. Los músicos abandonaron el escenario mientras los espectadores buscaban refugio detrás de sillas, reportó El Comercio.
De acuerdo con las primeras investigaciones, dos hombres a bordo de una motocicleta dispararon al menos 27 veces desde la avenida Confraternidad antes de huir. En la escena se hallaron casquillos de bala calibre 9 milímetros Parabellum, según confirmó el general PNP Enrique Felipe Monroy, jefe de la Región Policial Lima.
Entre los heridos se encuentran el animador Wilson Ruiz Julca, el tecladista César More Nizama, y los hermanos Luis y Manuel Quiroga -miembros fundadores de la banda- además de un vendedor identificado como Percy Champan. Todos fueron trasladados con premura a distintos centros de salud a lo largo de la noche.

El médico emergenciólogo Ricardo Villarán, del hospital Almenara, informó que gran parte de los pacientes “no están en riesgo y se encuentran en el área de Cuidados Especiales de Emergencia”, aunque Ruiz Julca —uno de los más afectados— permanece en estado reservado y será sometido a una cirugía este jueves.
La Policía Nacional del Perú activó el “plan cerco” para capturar a los responsables. Los investigadores sospechan que el ataque podría estar vinculado a una banda de extorsionadores que desde hace meses amenaza a artistas.

Semanas atrás se había difundido un audio atribuido al delincuente Erick Moreno Hernández, alias “El Monstruo”, en el que exigía a Agua Marina el pago de “cupos” para poder presentarse en el distrito de Carabayllo.
El presidente de la Asociación de Empresarios Artísticos del Perú (Aseap), Walter Dolorier, aseguró a El Comercio que el espectáculo “contaba con permiso municipal y todas las medidas de seguridad”, y negó las versiones policiales que señalaban la falta de garantías. “No se pudo prevenir, nos sorprendido a todos”, afirmó.
Agua Marina, con más de 40 años de trayectoria y una de las agrupaciones más reconocidas de la cumbia peruana, aún no se pronunció públicamente sobre el ataque. La agresión ocurre en un contexto de creciente inseguridad y aumento de extorsiones: entre enero y agosto se registraron 18.385 denuncias por este delito, un 29% más que en el mismo período del año anterior, además de 1511 homicidios, según cifras oficiales.
El hecho recordó al crimen del cantante Paúl Flores, de la agrupación Armonía 10, asesinado en marzo tras un ataque similar contra el ómnibus del grupo. Entonces, el director de Agua Marina, José Quiroga, había advertido públicamente sobre las amenazas y extorsiones sufridas por músicos y promotores.
Con información de Associated Press y AFP
 
															 
															 
															 
					 
							 
															
 
			
 
		 
		 
		