A pesar de que el fenómeno de La Niña sigue presente, los pronósticos indican una transición hacia condiciones ENSO-neutral entre marzo y mayo de 2025, con un 66% de probabilidad. Así lo señala el informe del Centro de Predicción Climática (CPC), una agencia federal de los Estados Unidos; se considera a este cambio como una posible buena noticia para el sector agropecuario. Este fenómeno climático suele estar asociado con menores precipitaciones en las principales zonas productivas de la Argentina, por lo que su debilitamiento podría generar alivio hacia el cierre de la campaña gruesa de soja y maíz, y principalmente favorecer la siembra de los cultivos invernales, como trigo y cebada.
“Se espera que las condiciones de La Niña persistan en el corto plazo, con una probable transición a ENSO-neutral durante marzo-mayo de 2025″, destaca el informe. Según los datos analizados, “el promedio del multi-modelo del IRI predice que las condiciones de La Niña débil continuarán hasta febrero-abril de 2025 y luego harán la transición a ENSO-neutral”.
Algunos modelos incluso anticipan un cambio más temprano. “El promedio del modelo dinámico del IRI y varios modelos del Conjunto Multi-Modelo de América del Norte (NMME, por sus siglas en inglés) predicen una transición más temprana a ENSO-neutral en enero-marzo de 2025″, señala el informe. Sin embargo, persiste cierta incertidumbre. “El equipo de pronóstico favorece a La Niña débil hasta febrero-abril, aunque también existe un 41% de probabilidad de que ENSO-neutral emerja en esta temporada”, advierte el reporte.
Si bien las proyecciones son optimistas, el CPC subraya que La Niña continúa activa en el Pacífico ecuatorial. “Las condiciones de La Niña continuaron el mes pasado, como lo indican las temperaturas de la superficie del mar (SSTs, por sus siglas en inglés) por debajo del promedio en el centro y este-centro del Océano Pacífico ecuatorial”, señala el informe.
Los registros más recientes indican que “los últimos índices semanales fueron de -0.6°C en la región Niño-3.4 y -0.9°C en la región Niño-4, con valores cercanos a cero en las regiones Niño-1+2 y Niño-3″. Esto sugiere que el enfriamiento oceánico persiste, aunque con menor intensidad. Además, las temperaturas subsuperficiales por debajo del promedio se mantienen, con anomalías térmicas negativas en el centro y este del Pacífico ecuatorial.
Las condiciones atmosféricas también reflejan la continuidad de La Niña. “Las anomalías del viento en niveles bajos fueron del este sobre el oeste y centro del Pacífico, mientras que las anomalías del viento en niveles altos fueron del oeste sobre el centro del Pacífico”, explica. Asimismo, la convección permaneció suprimida sobre la Línea Internacional de Cambio de Fecha y el oeste del Pacífico, mientras que se fortaleció sobre Indonesia.
En este contexto, el informe indica que La Niña muestra signos de debilitamiento. Para los productores argentinos, este dato resulta clave, ya que como se mencionó el fenómeno ha estado asociado con lluvias por debajo del promedio, lo que afecta la disponibilidad de agua en el suelo y generando estrés hídrico en los cultivos. Vale recordar que en la penúltima campaña se perdió más de la mitad de la cosecha, tras tres años consecutivos con este fenómeno presente. La posible llegada de ENSO-neutral no solo favorecería el cierre del ciclo de soja y maíz, sino que también podría beneficiar los cultivos de invierno, como trigo y cebada.
En este contexto, la humedad del suelo será determinante para la implantación y los rendimientos de estos cultivos. La normalización del régimen de lluvias en los próximos meses contribuiría a establecer mejores condiciones para la siembra de la próxima campaña fina.
No obstante, la evolución del ENSO sigue sin estar definida con certeza. “Las condiciones oceánicas y atmosféricas son actualizadas semanalmente en la página web del Centro de Predicción Climática”, recuerda el informe, lo que destaca que permitirá seguir de cerca cualquier variación en la tendencia.
LA NACION