Se trata de Roberto Arévalo, de Médano de Oro, quien este año realizó el segundo viaje a caballo hasta Córdoba por devoción.
La primera travesía no la hizo por devoción propia, sino por la de su hermano que falleció antes de poder cabalgar hasta Córdoba para cumplirle una promesa al Cura Brochero. Este año, la hizo para agradecerle al santo ‘estar sano’ y para traerle sus bendiciones a los sanjuaninos. Se trata de Roberto Arévalo, de 49 años y oriundo de Médano de Oro, que recorre casi 900 kilómetros a caballo por fe. Ya emprendió el regreso a San Juan con una imagen del santo y dos ponchos reliquia para distribuir en diferentes comunidades.
Con un croquis dibujado en un papel con el camino a seguir y las posibles paradas que le entregó un amigo, Roberto Arévalo partió a caballo rumbo a Córdoba para llegar hasta la capilla de Cura Brochero en honor a su hermano. Fue en el 2022 que cabalgó ida y vuelta hasta este destino que queda a 437 de San Juan. ‘Con mi hermano Jaime éramos muy unidos. Falleció de cáncer y no pudo cumplir con la promesa que le hizo a Brochero de ir a caballo hasta su santuario en Córdoba. Antes de morir me pidió que lo hiciera yo en su lugar’, dijo Arévalo.

A pesar de esta acostumbrado a Cabalgar hasta Mogna, la Difunta Correa y San Expedito por cuestiones de fe, nunca había realizado una travesía a caballo tan larga como esta. Pero, pudo cumplir con su objetivo. ‘Sentí una gran emoción cuando llegué al santuario en Córdoba, sobre todo por cumplirle la promesa a mi hermano. De allá traje una pequeña imagen de Brochero bendecida que coloqué en su tumba. Ahora llevo más bendiciones para repartir entre los sanjuaninos’, dijo el hombre.
Este año, Arévalo emprendió la cabalgata hasta la Villa Cura Brochero por una cuestión personal. Fue para cumplirle la promesa que le hizo al Santo luego de que la biopsia que le hicieron develó que el nódulo que le detectaron en uno de sus pulmones era benigno. ‘Sentí temor por mis padres que ya habían perdido un hijo por el cáncer. Por eso le prometí a Brochero, del cual no era tan devoto, que si todo salía bien volvería a cabalgar hasta su santuario. Ahora tengo mucha fe en él y voy a seguir con la travesía que no hago solo. Sé que el espíritu de mi hermano me acompaña’, dijo el jinete.
El hombre dijo que ya tiene más experiencia para hacer este viaje a caballo y más conocidos que lo esperan a lo largo del camino para brindarle hospedaje. Aunque también se suman a su travesía personas que no conoce. ‘Al teléfono me llegan mensajes de desconocidos que me pasan sus intenciones para pedirle al Cura Brochero alguna bendición. Lo mismo hacen personas que me encuentran por el camino. Por eso decidí en este viaje, llevar una imagen del curita y dos ponchos reliquias, todo bendecido, para repartir entre la comunidad y repartir su bendición’, dijo Arévalo.
El devoto contó que la imagen será para la Capilla Nuestra Señora de la Fuente, en Médano de Oro. Mientras que un poncho irá a la Capilla de Santa Bárbara en Mogna, Jáchal; y otro a la comunidad brocheriana de Albardón.
Tras 8 días de cabalgata, Arévalo llegó el lunes pasado al santuario de Brochero en Córdoba. Y ayer emprendió el regreso que lo hará en mayor tiempo tanto para disfrutar el paisaje de las sierras cordobesas por donde anduvo el santo cura como para que el caballo descanse lo suficiente.