ROMA.- El presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo ucraniano, Volodimir Zelensky, tuvieron una breve reunión “muy productiva” al margen del funeral del Papa Francisco el sábado en Roma, antes de que comenzara la misa fúnebre en la basílica San Pedro, que sembró optimismo en ambas delegaciones y marcó un quiebre entre el magnate y el ruso Vladimir Putin.
“El presidente Trump y el presidente Zelensky se reunieron en privado hoy y tuvieron una discusión muy productiva. Más detalles sobre la reunión seguirán”, declaró por su parte Steven Cheung, director de comunicación de la Casa Blanca.
Una extraordinaria foto publicada esta mañana por el Vaticano muestra a ambos hombres, sentados en dos simples sillas al interior de la basílica, inclinados uno hacia el otro, en el mismo sitio donde Papa Francisco llamó tantas veces a la paz, y donde fue despedido por 250.000 en una capilla ardiente de tres días.
En una segunda imagen, Trump y Zelensky hablan con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Keir Starmer, promotores de la llamada “coalición de voluntarios”, un proyecto que reúne a aquellos países que deberían garantizar la seguridad de Ucrania después de una eventual tregua entre Kiev y Moscú.
Zelensky dijo después en un posteo en las redes sociales que habló de una tregua “total e incondicional” durante una “buena reunión” con Trump. Y, con cierto optimismo, señaló que se trató de un encuentro “muy simbólico” y que “podría convertirse en histórico si logramos resultados comunes”.
Por su parte, mientras volaba de regreso a Estados Unidos, Trump cuestionó que “no había ninguna razón para que Putin estuviera disparando misiles contra zonas civiles, ciudades y pueblos, en los últimos días». “Me hace pensar que tal vez él no quiere parar la guerra”, publicó Trump en su red social, Truth, y amenazó con nuevas sanciones al Kremlin.
La reunión entre ambos mandatarios se produce un día después de que Trump dijera que Rusia y Ucrania estaban “muy cerca de un acuerdo”, tras las conversaciones entre su enviado Steve Witkoff y Putin en Moscú el viernes.
Se trató de la cuarta visita de este tipo que Witkoff hizo a Rusia desde el comienzo del año, con las conversaciones de tres horas descritas posteriormente como “muy útiles” por el asistente de Putin, Yuri Ushakov.
Ushakov también agregó que había acercado “las posiciones rusa y estadounidense, no solo sobre Ucrania sino también sobre una serie de otros asuntos internacionales”, de los cuales “se discutió en particular la posibilidad de reanudar las conversaciones directas entre representantes rusos y ucranianos”.
La reunión en Roma marca el primer encuentro bilateral entre Trump y Zelensky desde el tenso encuentro que mantuvieron en febrero en la Oficina Oval, el cual derivó en un violento intercambio y un final abrupto a su reunión. Tras aquel episodio, Estados Unidos suspendió la cooperación en materia de inteligencia con Ucrania —vital para sus esfuerzos por repeler ataques rusos-, aunque posteriormente la reanudó.
Durante aquel acalorado cruce, Trump acusó al presidente ucraniano de “jugar con la Tercera Guerra Mundial” al no aceptar los planes de alto el fuego liderados por Washington.
Desde entonces, Kiev ha estado bajo una creciente presión de Trump para aceptar concesiones territoriales como parte de un acuerdo con Moscú para poner fin a la guerra. Esas concesiones incluirían ceder grandes porciones de tierra, incluida la península de Crimea, que fue anexada ilegalmente por Rusia en 2014.
Zelensky, que rechazó repetidamente la idea en el pasado, sugirió el viernes que “un alto el fuego total e incondicional abre la posibilidad de discutir todo”.
El presidente ucraniano, que fue junto a su esposa a la ceremonia fúnebre de Papa Francisco y estuvo a punto de suspender su asistencia debido al ataque ruso contra Kiev del jueves, que dejó una docena de muertos, fue recibido con aplausos al llegar a la Plaza de San Pedro por la multitud congregada frente a la basílica, que hasta entonces permanecía en relativo silencio, celebró su aparición.
