WASHINGTON.- El presidente norteamericano, Donald Trump, anunció el martes un nuevo ataque contra una supuesta embarcación de narcotráfico frente a las costas de Venezuela, con un balance de “seis narcoterroristas muertos”, según escribió en su red social Truth Social.
El ataque se realizó luego de que “inteligencia confirmó que la embarcación traficaba drogas, estaba asociada con redes narcoterroristas ilícitas y transitaba en una conocida ruta” de esas organizaciones, aseguró Trump.
Trump dijo que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, ordenó el ataque la mañana del martes y publicó un video del mismo, como lo ha hecho en ocasiones anteriores. Se trata del quinto ataque mortal en el Caribe, en el marco de la política de la administración Trump de considerar a los presuntos narcotraficantes como combatientes ilegales que deben ser enfrentados con fuerza militar.
La semana pasada, el Senado norteamericano votó una resolución sobre los poderes de guerra que habría prohibido al gobierno de Trump realizar ataques a menos que el Congreso los autorizara específicamente, pero la medida no fue aprobada.
En un memorando que el mandatario hizo circular por el Congreso, la administración del magnate indicó que había “determinado que Estados Unidos se encuentra en un conflicto armado no internacional con estas organizaciones terroristas designadas” y que Trump ordenó al Pentágono “realizar operaciones contra ellas de conformidad con la ley de conflictos armados”.
Según dos funcionarios norteamericanos familiarizados con el asunto que no estaban autorizados a declarar públicamente y hablaron bajo condición de anonimato, la administración Trump aún no ha proporcionado a los legisladores pruebas que demuestren que los barcos atacados por el Ejército norteamericano en la serie de ataques mortales estaban efectivamente transportando narcóticos.
Los ataques se producen además en medio de un despliegue de fuerzas navales norteamericanos en el Caribe sin precedente en los últimos tiempos.
La semana pasada, el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, dijo a los líderes militares que el gobierno de Estados Unidos sabe que las acusaciones de narcotráfico utilizadas para justificar las recientes acciones en el Caribe son falsas, y que su verdadero objetivo es “forzar un cambio de régimen” en el país sudamericano.
El funcionario agregó que el gobierno venezolano no considera el despliegue de los buques de guerra norteamericanos como una mera “acción propagandística” y advirtió sobre una posible escalada.
“Quiero advertir a la población: debemos prepararnos porque la irracionalidad con la que opera el imperio norteamericano no es normal”, dijo Padrino durante el encuentro televisado. “Es antipolítica, antihumana, belicista, grosera y vulgar.”
Con el gobierno de Trump tomando medidas enérgicas en la frontera sur de Estados Unidos e inundando el Caribe con recursos militares, los narcotraficantes están encontrando diferentes formas de trasladar las drogas desde Colombia, el mayor productor de cocaína del mundo, a diversos mercados, según afirman expertos y funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.
Los traficantes suelen transportar las drogas desde Colombia a países del Caribe, como Trinidad, República Dominicana y Jamaica, donde se reempaquetan y se preparan para su envío a otros lugares. Dependiendo de la organización criminal, las drogas pueden pasar por más islas antes de ser embarcadas en lanchas rápidas u ocultas en buques portacontenedores rumbo a su destino final.
Algunos contrabandistas utilizan cada vez más buques de carga en el Caribe para ocultar el contrabando, según los expertos, lo que dificulta especialmente su detección porque las drogas se mezclan con mercancías legales, como los productos agrícolas.
En Trinidad y Tobago, la campaña de represión del gobierno de Trump en la región ha provocado un repentino aumento del número de vuelos ilegales procedentes de Sudamérica que lanzan fardos de drogas al mar, para ser recolectados por buques más grandes, según un alto funcionario antinarcóticos que no estaba autorizado a hablar públicamente.
En otras partes del Caribe, la presencia de buques de guerra norteamericanos patrullando ha tenido efectos diversos.
En República Dominicana, el número de embarcaciones con drogas avistadas en el mar ha disminuido drásticamente, dijo un alto funcionario gubernamental que habló con la condición de mantener su anonimato.
En Jamaica, los funcionarios antinarcóticos afirman que los traficantes transportan drogas en cantidades más pequeñas para reducir sus pérdidas en caso de que sus cargamentos sean confiscados.
“Estamos observando cambios en el modus operandi”, dijo Patrae Rowe, jefe de la División de Investigación de Armas de Fuego y Narcóticos de la Policía de Jamaica. “Se están utilizando medios más encubiertos para transportar la droga”, dijo, como ocultarla en envíos de alimentos.
Los cárteles también han cambiado de estrategia dividiendo tareas como el cultivo, el almacenamiento y el transporte entre organizaciones interconectadas, de modo que ningún cártel controla toda la operación, lo que dificulta el desmantelamiento de las redes de contrabando.
Por ejemplo, los capos locales de la droga en Trinidad se han encargado de la logística y la seguridad, dijo el funcionario antinarcóticos que no estaba autorizado a hablar públicamente.
Desde principios de septiembre, el gobierno de Trump dijo que se han destruido al menos cuatro lanchas rápidas, lo que ha ocasionado el fallecimiento de 21 personas. Los funcionarios del gobierno de Trump, sin aportar pruebas, han afirmado que transportaban drogas para “narcoterroristas” que amenazaban la seguridad de Estados Unidos. Los expertos en Estado de derecho coinciden en que los ataques violan el derecho internacional.
El gobierno justificó los ataques militares citando el enorme número de sobredosis en Estados Unidos. Sin embargo, la mayoría de las muertes por drogas se deben al fentanilo que no se trafica a través del Caribe.
A pesar de que el gobierno de Trump describe al Caribe y a Venezuela como una vía de entrada desenfrenada de drogas, la gran mayoría del tráfico marítimo de drogas con destino a Estados Unidos en realidad se produce en el Pacífico, según datos de Estados Unidos y la ONU.
Las estimaciones sobre la cantidad de cocaína que llega a Estados Unidos a través del Caribe varían, pero algunos expertos afirman que es tan solo un 10 por ciento.
Agencias AFP y AP y The New York Times
 
															 
															 
															 
					 
							 
															
 
			
 
		 
		 
		