WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el lunes que las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo un nuevo ataque contra una embarcación de un cártel de la droga venezolano que se dirigía a Estados Unidos, el segundo desde que ordenó un despliegue militar en el Caribe Sur.
En una publicación en Truth Social, Trump calificó el ataque de exitoso y necesario para proteger a Estados Unidos. También afirmó que tres hombres murieron en el ataque, y añadió que el episodio se produjo en aguas internacionales.
“Esta mañana, por mis órdenes, las Fuerzas Militares de Estados Unidos llevaron a cabo un segundo ataque cinético contra carteles de la droga y narcoterroristas extraordinariamente violentos, identificados positivamente, en el área de responsabilidad del Comando Sur”, publicó en Truth.
El mandatario subrayó que la operación tuvo lugar “mientras estos narcoterroristas confirmados de Venezuela se encontraban en aguas internacionales transportando narcóticos ilegales (¡un arma mortal que envenena a los estadounidenses!) con destino a Estados Unidos”.
Trump justificó la acción al describir a los grupos atacados como una amenaza directa para la seguridad del país.
“Estos carteles de la droga extremadamente violentos representan una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos, su política exterior y sus intereses vitales. El ataque resultó en tres terroristas masculinos muertos en acción. Ninguna fuerza estadounidense resultó herida en este ataque”, detalló.
Además, lanzó una advertencia abierta a los narcotraficantes: “Estén advertidos: si están transportando drogas que pueden matar a estadounidenses, ¡los estamos cazando!”, enfatizando que las actividades de los carteles han tenido “consecuencias devastadoras en las comunidades estadounidenses durante décadas, matando a millones de ciudadanos”, y prometiendo que eso terminará con un contundente “nunca más”.
Previo al anuncio de Trump sobre los ataques y tras el despliegue de ocho buques estadounidenses en el Caribe como parte de un operativo antinarcóticos, el presidente de Venezuela denunció que Estados Unidos prepara una “agresión de carácter militar” contra su país. Según Maduro, las acciones estadounidenses “acabaron con las vías de comunicación” entre Caracas y Washington y “cierran cualquier camino de diálogo”. Sin embargo, aclaró que aún existe un “hilo básico” de comunicación a través del embajador estadounidense John T. McNamara, con sede en Bogotá.
Desde 2019, Venezuela y Estados Unidos no mantienen relaciones diplomáticas formales, aunque en los últimos años se han producido contactos puntuales sobre asuntos sensibles como canjes de prisioneros y deportaciones.
El mandatario venezolano afirmó que Washington utiliza estas acciones para justificar una intervención y desestabilizar su gobierno. Maduro exigió además al presidente estadounidense, Donald Trump, que investigue un video difundido por la Casa Blanca que supuestamente muestra un ataque a una embarcación venezolana. Consideró que el material fue manipulado para “vincular a Venezuela con el narcotráfico, identificarla como un narcoestado y perpetrar una agresión militar con el objetivo de producir un cambio de gobierno”. Aseguró que las cifras de muertos presentadas en el video nunca fueron confirmadas por ninguna institución estadounidense y calificó la difusión del material como “un grave precedente de manipulación mediática y política”.
En paralelo, la tensión se refleja en el ámbito militar. Maduro ordenó el despliegue de 25.000 efectivos de la Fuerza Armada en estados fronterizos con Colombia y en la franja del Caribe como medida preventiva, y llamó al alistamiento de civiles en la Milicia Bolivariana para enfrentar una eventual invasión. Además, Caracas denunció que militares estadounidenses a bordo del destructor “USS Jason Dunham” retuvieron durante ocho horas a un buque atunero venezolano en aguas del Caribe y que Estados Unidos triplicó en agosto el despliegue de aviones espía sobre el país.
Washington, por su parte, acusa a Maduro de vínculos con el narcotráfico y ofrece una recompensa de 50 millones de dólares por su captura, sosteniendo que lidera el llamado “Cartel de los Soles”, integrado presuntamente por altos mandos militares venezolanos, algo que el mandatario rechaza. El secretario de Estado, Marco Rubio, declaró que Maduro representa “una amenaza directa a la seguridad nacional” de Estados Unidos, a lo que el gobernante respondió calificándolo de “señor de la muerte y la guerra”.
El gobierno estadounidense justifica su despliegue naval en el Caribe como parte de la lucha contra el tráfico de drogas que salen de Sudamérica hacia su país. Sin embargo, la combinación de acusaciones cruzadas, la polémica por el video y la ruptura de canales formales de comunicación ha llevado la crisis bilateral a una nueva fase, caracterizada por la amenaza de escalada militar y el recrudecimiento de la retórica entre Caracas y Washington. La situación refleja un deterioro significativo en las relaciones bilaterales y un incremento del riesgo de confrontación abierta.
Agencias AP y Reuters

