La racha compradora del Banco Central (BCRA) que se desarrolló por siete ruedas y venía de tomar impulso ayer con la mayor adquisición en más de cuatro meses, se cortó hoy al tener que asistir la entidad al mercado con US$30 millones de su aún muy endeble tenencia.
De este modo, el saldo acumulado por sus intervenciones sobre el mercado, aunque se mantiene positivo en un mes de estacionalidad habitualmente adversa, cayó a US$201 millones.
La venta oficial, que explicó apenas el 8,87% del volumen de US$339,6 millones operado, se dejó adivinar incluso antes de hacerse oficial el dato, porque la entidad dejó subir en la jornada $2,50 al dólar mayorista, que cerró a $966/969 por unidad para la punta compradora y vendedora, respectivamente.
Es un alza algo mayor al 0,25%, que -mensualizada- implicaría una devaluación del peso del orden del 5% que más que duplica el ajuste del 2% fijado desde el 13 de diciembre pasado, pero que sólo suele permitir cuando la demanda de divisas pega un salto y lo obliga a sacrificar reservas.
“En realidad se operó gran parte del mercado en $967,50 y el billete terminó escalando sobre el cierre. Pero el BCRA no cerraba una jornada con saldo negativo desde el 13 de septiembre”, observó Nicolás Merino, de ABC Cambios.
El egreso no impidió que las reservas brutas o totales del BCRA vuelvan a aumentar hoy en US$595 millones (cerraron en US$28.834 millones según el dato preliminar, alcanzando el mayor nivel en más de dos meses y medio), impulsadas en buena medida por la compra de US$191 millones de ayer (se pactan el día anterior y liquidan el posterior), por una nueva suba de los encajes bancarios en dólares por los ingresos que se registran en cuentas vinculadas al blanqueo y por los ajustes contables favorables.
Los operadores habían advertido en las últimas horas que la recuperación de la capacidad compradora del BCRA no sería sostenible, pese a la mejora que registraron las liquidaciones del agro en las últimas semanas y ante una demanda de importadores que se mantenía moderada a pesar del acortamiento de los plazos de pagos dispuestos en los últimos meses y en vigencia. En especial, porque esperan un repunte de los pedidos de compra, que acompañe a la incipiente reactivación.
“La demanda privada se venía manteniendo en niveles relativamente bajos, lo que evidencia que continúa primando el efecto de haber postergado importaciones de agosto a septiembre por sobre el solapamiento de cuotas del ‘nuevo’ y ‘viejo’ esquema de pagos. En tanto, la oferta se benefició de una mayor liquidación del agro, gracias al rebote del precio efectivo de la soja, que había acelerado de US$93 millones a US$142 millones, ubicándose en niveles atípicos para esta época del año”, describieron desde Portfolio Personal Inversiones (PPI).
Hay que recordar que el panorama del mercado cambiario oficial había mejorado sustantivamente en las últimas ruedas respecto de lo sucedido en la primera quincena. De hecho, al viernes 13 del corriente mes, el BCRA acumulada ventas por US$195 millones que solo siete ruedas después se transformaron en un superávit de US$231 millones, ahora recortado en US$30 millones.
La duda es qué sucederá de aquí en más, aunque se sabe que la demanda suele repuntar en las últimas ruedas del mes, lo que obliga al BCRA a aportar divisas al mercado en ellas.