Israel interceptó decenas de cohetes lanzados desde el Líbano por Hezbollah, quien se atribuyó el ataque. La mayoría de los proyectiles fueron interceptados por la Cúpula de Hierro y no hubo víctimas. La tensión se originó tras el bombardeo israelí en Beirut, en el que murió un comandante de Hezbollah. Argentina, Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá emitieron advertencias a sus ciudadanos sobre viajar a la región debido a la escalada de tensiones.