El plantel de Boca vivió un momento de muchísima tensión en su llegada al estadio de Newell’s para disputar el partido de este domingo que arrancará a las 21 y será arbitrado por Leandro Rey Hilfer. En las inmediaciones, de pronto, recibió varios piedrazos que golpearon contra las ventanillas, resultando astillada una de ellas. No hubo heridos.
Trae recuerdos de los feos para Boca cada vez que ocurre algo de esta magnitud. Es que inmediatamente se conecta con aquel violento recibimiento que le hicieron los hinchas de River en las cercanías del Monumental en la previa de la final de la Copa Libertadores 2018. Por dicho ataque, que le produjo una herida en un ojo a Pablo Pérez, la final luego se terminó disputando en Madrid.
Esta vez la cosa fue leve, pero el susto en el momento de la agresión fue grande. La delegación azul y oro se trasladaba en dos micros hacia el Marcelo Bielsa. Uno de esos vehículos recibió piedrazos cuando estaba llegando al estadio, en el Parque de la Independencia.
Una ventanilla llegó a astillarse, pero por acto de la fortuna no estalló, algo que hubiera aumentado considerablemente la posibilidad de sufrir algún herido. Por suerte todo quedó en un mal momento. El micro siguió su marcha y logró entrar al Coloso como estaba estipulado. El o los autores de la agresión no fueron identificados.
Desde la delegación del club de la ribera avisaron que no es la primera vez que ocurre algo similar en el arribo a este escenario en Rosario y que se está volviendo una insana costumbre.
La paz de Boca se vio alterada, aunque Fernando Gago y sus muchachos buscaron dejar atrás este episodio y se enfocaron nuevamente en un partido crucial para la clasificación a la Copa Libertadores.