Un desconocido Talleres pasó por el Kempes en el primer tiempo y puede dar las gracias de haber podido emparejar el gol de Castro con el Ortegoza.
Se salvó la T en esa primera parte por los dos goles bien anulados a los tucumanos. Botta, desconocido, inconexo, pareció cansado y fue presa facil de la jaula que le tendió el equipo de Pusineri que mereció irse en ventaja en esa primer parte. Atlético tuvo mala suerte en la segunda porque cuando se puso en ventaja no logró sostener la diferencia y los albiazules salvaron un punto.
Por ahora, Talleres solo muestra chispazos y la campaña no repite la del torneo anterior en la que peleó el título. Ahora está afuera de los ocho primeros y si mantiene el nivel de anoche le será difícil poder meterse en esa zona. Atlético mejoró desde la llegada de Pusineri que puso orden en los movimientos, hizo un par de cambios posicionales y ganó con la incorporación de Leandro Díaz, siempre un hombre peligroso cerca del área rival. Decepción cordobesa por otro paso en falso. El futuro parece sonreírle a Atlético.