El Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán informó este jueves que detectaron, en solo 24 horas, 45 aviones militares chinos cerca de su territorio. Se trata de un récord en lo que va del año y se da dos días después de que comenzara una investigación por la aparición de un barco con ocho tripulantes chinos muy cerca de la isla, sospechoso de cortar un cable de comunicaciones submarino.
Entre las 6 de la mañana del miércoles y la misma hora del jueves, las defensas taiwanesas detectaron 45 aviones y 14 barcos del ejército chino cerca de la isla, según detalló el Ministerio. Los aviones de China estaban realizando maniobras militares “con fuego real” al sur del territorio de Taiwán, por lo que el gobierno de la isla decidió movilizar a sus fuerzas terrestres, navales y aéreas.
Según el Ministerio, 22 de estas aeronaves cruzaron la línea media del Estrecho de Taiwán, ingresaron al norte y suroeste de la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) taiwanesa. Los tipos de aviones que encontraron eran cazas J-11, aviones de alerta temprana KJ-500, drones y otras aeronaves de combate, que realizaron una “patrulla conjunta de preparación para el combate”.
Los motivos de esta circulación tan intensa tiene que ver con que China reclama este territorio con gobierno, ejército, y divisa propios, y no descarta utilizar la fuerza con este tipo de operaciones para tomar el control. En pocas palabras, China reclama que Taiwán le pertenece.
El MDN explicó que China hizo presencia en la zona sin ningún aviso, a unos 74 kilómetros del sur de la isla, y que su argumento fue que se trataba de un entrenamiento de disparo.
“Esa acción no sólo representa un alto riesgo para la seguridad de la navegación aérea y marítima internacional, sino que también constituye una provocación abierta contra la paz y estabilidad regional”, afirmó el MDN en un comunicado.
Estos últimos años, China ha aumentado la presión militar sobre Taiwán a través del envío de aviones y barcos regularmente, y de la organización de grandes maniobras a su alrededor. Tan solo este martes se encontró a un barco con ocho tripulantes chinos en aguas taiwanesas, cerca de donde se había roto un cable de telecomunicaciones de la empresa Chunghwa Telecom.
Mientras tanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores chino no hizo ningún tipo de comentario sobre el tema. El que sí dio declaraciones fue Wang Huning, quien tiene un alto cargo en el Partido Comunista, y dijo a la agencia prensa oficial Xinhua que Pekín «debe respaldar firmemente a las fuerzas patrióticas de unificación en la isla y moldear la inevitable unificación de la patria».
En medio de las tensiones entre ambos países, Estados Unidos ha sido el principal aliado de respaldo y proveedor de armas de Taiwán. Sin embargo, las autoridades de Taipéi temen que Donald Trump se desentienda de la isla si llega a ocurrir un ataque o intento de invasión de China.
El miércoles le preguntaron a Trump si impediría que Beijing tomara el control de la isla, pero su única respuesta fue que «nunca» habló de eso.
La detención de un barco con ocho tripulantes chinos
Este martes, Taiwán detectó un barco togolés con ocho tripulantes chinos, sospechoso de cortar un cable de comunicaciones de la empresa más grande del país, Chunghwa Telecom. Este cable conecta la isla principal con la Isla Pescadores (Penghu), pero no tuvo ninguna repercusión porque la empresa activó un cable de respaldo.
Lo que sí preocupa a las autoridades es la presencia China en las aguas taiwanesas. El barco era un carguero Hongtai que estaba en la misma zona desde el sábado, y que no había respondido a ninguna señal enviada por las autoridades del Puerto de Anping, que les había llamado la atención que no se moviera de lugar.
“La causa del corte de cable submarino, ya sea por sabotaje intencionado o simplemente un accidente, aún está pendiente de una investigación adicional para su aclaración”, emitió en un comunicado la Guardia Costera.
El Ministerio de Relaciones Exteriores Chino tampoco se pronunció al respecto, dijo que no tenía conocimiento del hecho y que ese suceso no se relacionaba con la diplomacia de ambos países.
Vista de la llegada del carguero al puerto de Anping, en el sur de Taiwán. Foto: EFE