El aumento de las boletas de luz, producto de la drástica quita de subsidios dispuesta por el gobierno nacional, se hizo sentir con fuerza en agosto, cuando los comerciantes comenzaron a enfrentar facturas exorbitantes. Desde entonces, la situación ha ido de mal en peor: la quita de subsidios se ha profundizado y los incrementos tarifarios no han dado tregua. Hoy, las facturas son inabordables para muchos. En la mayoría de los casos, los pequeños comercios enfrentan deudas que superan el millón de pesos, mientras que los locales más grandes se ven asfixiados por montos que alcanzan los cuatro millones.
Un Presente Asfixiante, un Futuro Desolador
«Esto ocurre en un momento crítico de ventas bajas», lamentó Marcelo Quiroga, representante de la Cámara de Comerciantes Unidos de San Juan. Según él, la realidad es cada vez más insostenible: muchos negocios han llegado al punto de pagar más en luz que en alquiler, un escenario que hace apenas unos meses era impensable.
Algunos comerciantes, desesperados, han recurrido a pagar las boletas con un mes de atraso, esperando alivio en la temporada baja, pero el futuro es incierto y la desesperación crece. “Cada local vive su propia tragedia, y aquellos con mayores consumos eléctricos están recibiendo facturas impagables, que oscilan entre el millón y el millón y medio”, señaló un comerciante del sector gastronómico, angustiado por el porvenir.
Tarifas Descontroladas y la Comparación con La Rioja
Hermes Rodríguez, presidente de la Cámara de Comercio de San Juan, denunció que los comercios más pequeños, que hasta hace poco pagaban facturas de 60 o 70 mil pesos, ahora deben enfrentar pagos que superan los 130 mil pesos. «Los aumentos en los grandes comercios son del 300% al 400% en solo seis meses. Es una auténtica catástrofe económica», afirmó con preocupación.
Un empresario, miembro de la misma Cámara, confesó que lo que antes era una factura de un millón de pesos, ahora ha superado los cuatro millones. “Nos enfrentamos a una situación límite”, aseguró, con tono desesperado.
Rodríguez explicó que en la Cámara de Comercio la preocupación es máxima. Desde hace cinco meses han realizado infructuosas gestiones para lograr en San Juan un modelo similar al de La Rioja, donde los comercios compran la energía directamente a las empresas transportistas, eludiendo a las distribuidoras y reduciendo costos. “Se eliminan los intermediarios y los precios bajan, pero aquí no tenemos esa posibilidad”, lamentó Rodríguez, mientras sus palabras evidenciaban la frustración ante la falta de respuestas.
Un Verano que Se Anticipa Devastador
Si las boletas de luz actuales ya son exorbitantes, el panorama es desolador de cara al fin de año y el verano, cuando los equipos de aire acondicionado funcionen al máximo en los locales. En San Juan, el costo de distribución ha estado contenido, ya que en la última audiencia pública el Ente Provincial Regulador de la Electricidad (EPRE) denegó la solicitud de la distribuidora Naturgy (ex Energía San Juan) para incrementar las tarifas en la segunda mitad del año. Sin embargo, la amenaza de nuevos aumentos se cierne sobre enero de 2025, y las tarifas definitivas se decidirán en una audiencia pública convocada para diciembre.