El Gobierno ratificó que no resignará su objetivo de mantener el equilibrio fiscal al defender este jueves en la comisión de Presupuesto de Diputados el plan de cuentas enviado desde la Casa Rosada al tratarse el capítulo de Educación con la presencia del secretario del área, Carlos Torrendell, y el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez.
Uno de los principales focos de la reunión informativa convocada por José Luis Espert, presidente de la comisión, estuvo centrado en el presupuesto de las universidades, luego de que el presidente Javier Milei vetará la ley de financiamiento universitario, medida que luego fue ratificada por la Cámara baja con el apoyo del oficialismo, el PRO, aliados y una fracción del radicalismo.
En su exposición, Torrendell remarcó que el presupuesto destinado a las universidades representa las dos terceras partes de las partidas que recibe la secretaría. En este sentido precisó que son unos $ 4 billones destinados a la educación superior, con tres objetivos fundamentales que tienen que ver con «el logro de los aprendizajes, la verdadera inclusión de los estudiantes, y que se gradúen”.
Ante los diputados, el funcionario habló de «una inversión inteligente» en la educación superior y señaló que en el gasto primario del presupuesto nacional, las universidades pasaron del quinto al tercer lugar, lo que representa 4 puntos del plan de cuentas, medidos en PBI.
La discusión se abrió cuando Danya Tavela, diputada del nuevo bloque Democracia para Siempre, una escisión de la UCR, reprochó que en el proyecto enviado desde la Casa Rosada no se atiende el pedido del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reclama un presupuesto de $ 7,2 billones.
Torrendell respondió que el presupuesto actual otorga unos 3 billones para universidades con los últimos aumentos otorgados más la garantía, pero estimó que para fin de año se estima que el gasto llegará a los $ 3,3 billones. “El presupuesto actual va a requerir una reasignación específica, lo cual muestra, con las limitaciones que impone, el cuidado del déficit cero», agregó el secretario de Educación, quien completó resaltando que para el próximo año se prevé un presupuesto de cerca de $ 4 billones.
En este contexto, el funcionario deslizó que los diputados “tienen la oportunidad de, respetando el marco de déficit cero que va a permitir un crecimiento verdadero para todos, estudiar qué partidas se pueden reasignar”. “No somos nosotros los que tenemos que plantearlo”, completó.
Por su parte, Alejandro Álvarez rechazó los cuestionamientos al presupuesto universitario. «Hoy las universidades en lo que respecta a gastos de funcionamiento están holgadas«, aseguró. En este sentido, el funcionario indicó que teniendo en cuenta que en el acuerdo con el CIN se proyectó un aumento de 270 % hacia fin de año para gastos de funcionamiento, «con la baja de inflación se verá un aumento de la capacidad de compra que va a tener el presupuesto universitario».
Frente a la posición de los funcionarios, Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica, cuestionó los números del Gobierno en materia de educación y señaló que entre el gasto tributario de los regímenes de promoción industrial y los gastos de inteligencia y de Defensa, suman $ 2,7 billones. «Eso representa el 45% del total del gasto de educación y el 136% del total de la inversión educativa, sin contar las universidades», señaló.
En otro orden, Torrendell negó que existan recortes en el presupuesto educativo. «Lo que hemos hecho es reagrupar líneas de tal manera de agrupar mejor la forma de invertir los recursos y evitando la dispersión”, explicó. Y dejó en claro que “de ninguna manera se puede comparar un Presupuesto realizado a base de endeudamiento y emisión, con uno realizado con déficit cero”.
El debate del Presupuesto continuará la próxima semana con una nueva reunión informativa a cargo de representantes del Gobierno. La intención del Gobierno es llevar el proyecto al recinto hacia fines de noviembre.