La economía provincial atraviesa un callejón angosto. En los primeros seis meses de 2025, San Juan se encontró con ingresos muy por debajo de los que había soñado su presupuesto.
Según cifras oficiales de Hacienda y del Ministerio de Economía nacional, entre enero y junio la recaudación local rondó los 150 mil millones de pesos. Parece mucho, pero no: apenas alcanza para cubrir el gasto salarial de 45 días en el sector público, cuyo costo mensual supera los 100 mil millones.
La situación se agrava con la caída de las transferencias federales. En concepto de coparticipación, San Juan recibió en ese semestre unos 896 mil millones. Proyectando esa tendencia, el cierre del año dejaría apenas 1,7 billones de pesos en ese ítem, muy lejos de los casi 3 billones estimados originalmente para 2025.
Vale recordar que el presupuesto provincial, aprobado en 2024, se construyó con esperanzas: ingresos por casi 3 billones y gastos por 2,3 billones. Sobre el papel, un modelo superavitario. Pero los números reales no acompañan el optimismo.
El mes de mayo marcó el pico de ingresos, ayudado por la moratoria impositiva y la reprogramación de vencimientos. Sin embargo, el segundo semestre suele mostrar cifras más flacas que marzo, abril o mayo. Esta dinámica inquieta al gobierno, que observa con atención cómo financiará los gastos fijos en lo que queda del año.
“El objetivo era superar el billón de pesos en ingresos al final del semestre. No llegamos”, reconocen en despachos oficiales, donde ya se hacen cuentas para ajustar el cinturón.
Con este escenario, el cumplimiento del presupuesto queda en duda. A eso se suma un contexto nacional retraído y el escaso margen para buscar crédito. La provincia, una vez más, tendrá que hacer malabares para cerrar el año sin desequilibrios mayores.