Imaginate un monstruo acuático de 100 millones de euros, pavoneándose por el Mediterráneo como el rockstar de los cruceros, con más brillos que los dientes de un reggaetonero, hasta que ¡bam!, la parrilla encendida —a lo loco— decide convertirlo en sauna flamígera, y nada frío alcanza para sofocar semejante incendio. Resulta que el yate, comprado hace años por José Luis Manzano, no era solo para pasear y sacar pecho: cuando el magnate no lo usaba, lo alquilaba a 90 mil dólares la semana, o sea, sacaba tanques de billetes mientras vos tomás mate mirando la costa y le rezás a San Transferencia Bancaria. Pero bastó una chispa, un descuido mínimo, y ¡pum!, el yate se convirtió en antorcha flotante, un infierno gourmet digno del mejor chef. La escena es digna de reality show: Manzano, con cocktail en mano y un briquet en la otra, intentando asar chorizos VIP, mientras las lenguas de fuego devoran la madera de roble y los sillones más caros que un departamento en Recoleta. Y ahí nomás, como en una película de James Bond versión low cost, aparecieron los bomberos marítimos, en motos de agua, lanchas y con más mangueras que en un corso de carnaval, todo para salvar la nave que vale más que un edificio entero en Buenos Aires. El yate, valuado en 100 millones de euros, se alquilaba en temporada alta por 90 mil dólares semanales y figuraba en el top 30 % de los superyates más lujosos del planeta, hasta que terminó convertido en chimenea por culpa de un asado improvisado que salió peor que promesa de político. Ahora Manzano tiene un recuerdo ardiente —literalmente— del mundo VIP, y la gran incógnita es si el seguro cubre parrilladas incendiarias o si le reembolsan aunque sea el parrillero chamuscado. Pero ojo: si lo ponen a la venta, seguro dice “sin uso, ideal para transformar en sauna flotante”.
SE LE QUEMÓ EL YATECITO DE 100 MILLONES DE EUROS A JOSÉ L. MANZANO (EX-MINISTRO DE MENEM)

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