La anulación de las descensos fue un gran alivio para Independiente Rivadavia. Sin embargo, no consiguió relajarlo del todo. Necesita sumar para no sufrir la próxima temporada. Por eso, el triunfo por 1 a 0 ante San Lorenzo fue muy festejado por los hinchas presentes en el estadio Bautista Gargantini, por el entrenador Alfredo Berti y por sus dirigidos.
Consciente de sus necesidades, el conjunto mendocino asumió el protagonismo desde el comienzo y se posicionó en campo rival para jugar cerca de los dominios de Facundo Altamirano. Esa postura en el campo de juego y su intención ofensiva le dio resultado rápidamente. En la primera jugada del partido, Victorio Ramis abrió el marcador con un remate de cabeza tras un muy buen centro de Sebastián Villa. En primera instancia, el tanto fue anulado por fuera de juego, pero el árbitro FacundoTello revisó la jugada, interpretó que no hubo interferencia de Esteban Burgos -quien sí estaba en offside- en la visión de Altamirano y convalidó el 1-0.
San Lorenzo mostró reacción. Bajo el ala de Íker Munian, quien en muchas de sus intervenciones en el juego muestra esa jerarquía que trae del fútbol europeo, pasó a manejar la pelota y comenzó a acercarse al arco defendido por el ex River Ezequiel Centurión.
Así fue como los 28 minutos de la etapa inicial generó su primera ocasión de peligro. Diego Tonetto, exigido por la marca de Eric Remedi, le regaló la pelota a Alexis Cuello y el delantero definió con el revés de su botín derecho ante la salida de Centurión. Se le fue apenas desviado. Después, a los 43’, Nahuel Bustos estrelló un potente remate contra el travesaño. Sin brillar, el equipo de Miguel Ángel Russo se fue al entretiempo mereciendo el empate.
En el complemento se mantuvo la tónica en el desarrollo del juego. San Lorenzo manejaba la pelota, jugaba en campo rival y generaba situaciones (no muchas) de gol. Del otro lado, Independiente Rivadavia se refugiaba en el resultado y apostaba a la velocidad de Villa para liquidar el encuentro de contraataque.
Pudo llegar al empate el Ciclón tras una gran maniobra de Cuello por la izquierda, pero le faltó claridad más allá de buenas asociaciones con Muniain como bandera. También pudo liquidarlo la Lepra con un remate de Ezequiel Ham, cómodo para definir dentro del área, que se le fue desviado. No sucedió ni un cosa ni la otra y así el local se quedó con triunfo que le da un poco de aire. La visita, en tanto, sufrió una dura derrota y Russo se fue preocupado de Mendoza.