En una jugada digna de un nutricionista neoliberal, el Gobierno de Javier Milei lanza la nueva fase de su plan detox estatal. Según el diputado libertario sanjuanino José Peluc (el Peluquín del recorte), ya tienen listo un decreto que podría titularse: «Operación Bikini para el Estado: fuera grasa, dentro ajuste”.
La estrategia es simple: fusionar, disolver o transformar organismos como si fueran Pokémon con presupuesto. Algunos se achican, otros se mezclan, y a varios les dan el beso de Judas administrativo.
En San Juan, el recorte incluiría la planta política de estos entes. ¿Detalles? Cero. Pero no se preocupen: lo importante es el concepto, no la ejecución. Porque como todo buen mago libertario sabe, la ilusión es lo que cuenta. Lo demás, se terceriza.
¿Y los empleados? “Serán trasladados”, dijo Peluc. No explicó si en colectivo, en remís, o en un PowerPoint. Algunos pasarán a otras reparticiones, otros a la fila del ANSES. Todo muy ordenado. Muy alemán. Muy «¡viva la libertad, carajo!», pero versión con viáticos recortados.
“El país no puede sostener esta superpoblación de funcionarios”, remató el diputado. Aunque curiosamente, nadie habló de achicar las listas de asesores, ni de los amigotes que se pegan a la política como chicle al zapato.
Por ahora, el decreto es un spoiler. Pero si de achique se trata, ojalá algún día les dé por recortar privilegios y no siempre trabajadores.