En fin, la cosa está clara: Mendoza viene por todo. Por los medios, por los contratos, por la narrativa. Con cuchillo entre los dientes y una sonrisa de vino en la boca, están dispuestos a editar nuestros diarios, producir nuestros noticieros y, si les da el tiempo, enseñarnos cómo explotar nuestras propias minas.
San Juan les enseñó lo que es minería. Ahora quieren volver como el alumno que se hizo CEO y compró la escuela. Pero ojo: si nos dormimos, no solo van a manejar el diario… van a contar la historia desde su lado. Y en esa historia, nosotros vamos a ser los extras que no cobran.