CIUDAD DEL VATICANO.- Con la máxima autoridad de la Iglesia Católica vacante desde este lunes, tras la muerte del papa Francisco, las especulaciones sobre su sucesor se multiplican. Los nombres de los posibles candidatos varían según a quién se le pregunte, y las predicciones son tan inciertas como el propio proceso de elección.
Un antiguo refrán italiano resume bien la cautela con la que se debe observar esta instancia: “Quien entra al cónclave como papa, sale como cardenal”. La advertencia refleja la naturaleza impredecible de esta reunión secreta, donde se decide el futuro de la Iglesia.
La elección del nuevo pontífice recae en el Colegio Cardenalicio, el cuerpo eclesiástico más alto después del papa. Sus miembros se reunirán en el cónclave —previsto para la semana del 5 de mayo— para votar bajo un estricto protocolo que exige mayoría calificada.
Desde el momento en que la sede papal queda vacante, el reglamento establece un plazo de hasta 15 días para convocar el cónclave, aunque este puede adelantarse si ya se encuentran en Roma todos los cardenales con derecho a voto. Una vez iniciado, los participantes quedan aislados del mundo exterior hasta llegar a un consenso y proclamar al nuevo papa.
Estos son, hasta ahora, los principales candidatos a suceder a Francisco, según los analistas especializados en asuntos vaticanos:
Es el arzobispo de Bolonia y una de las figuras de ascenso más veloz dentro del episcopado. Es considerado parte del ala progresista de la Iglesia y, según el sitio web del Sacro Colegio Cardenalicio, “probablemente continuaría el legado del papa Francisco”.
Defiende la posibilidad de que el celibato sacerdotal sea opcional, promueve una Iglesia sinodal —tal como la concibe Francisco— “abierta a todos, sin burocracia ni formalismos”, y respalda la legalización de las uniones entre personas del mismo sexo. Incluso autorizó en su arquidiócesis la bendición eclesiástica de una pareja homosexual.
Es el prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. El cardenal Luis Antonio Tagle ha sido señalado como una figura con atributos similares a los de Jorge Bergoglio, además de contar con una sólida experiencia pastoral, capacidad de gestión y una destacada formación teológica e histórica. De hecho, cuando fue nombrado prefecto, llegó a ser considerado por algunos como el sucesor favorito de Francisco.
Tagle se ha manifestado con firmeza en contra del aborto y la eutanasia, aunque ha hecho declaraciones algo ambiguas respecto a temas sensibles como la relación de la Iglesia con la comunidad LGTBI y las parejas que conviven antes de recibir el sacramento del matrimonio.
Es el secretario de Estado del Vaticano. Tras tres años de servicio diplomático en Nigeria, trabajó en la nunciatura de México, donde desempeñó un papel clave en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con la Santa Sede. Posteriormente, fue nombrado responsable de las relaciones del Vaticano con España, Andorra, Italia y San Marino.
Una de las principales críticas que se le hacen es su escasa experiencia pastoral, ya que su trayectoria sacerdotal ha estado centrada en la diplomacia y la administración vaticana, más que en el trabajo parroquial.
Parolin se ha mostrado receptivo a que la Iglesia abra el debate sobre temas como la bendición a parejas homosexuales y la posibilidad del celibato opcional para los sacerdotes.
Es el arzobispo de Esztergom-Budapest. Creció bajo el régimen del “comunismo ateo” y, según ha relatado, sufrió persecución por su fe católica, especialmente después de que tropas invasoras incendiaran la casa de su familia. Completó sus estudios en Budapest y en Roma, y ha enseñado teología en Hungría, Roma, California y Buenos Aires.
De orientación más tradicional, se opone firmemente al reconocimiento de las uniones homosexuales, aunque considera necesario brindar acompañamiento pastoral a quienes experimentan atracción por personas del mismo sexo. El cardenal Erdő también ha recalcado que los católicos que se han vuelto a casar por lo civil solo pueden recibir la comunión si viven en continencia, es decir, si se abstienen de mantener relaciones sexuales.
Es el arzobispo metropolitano de Marsella y una figura emergente entre los papables, con un fuerte compromiso en cuestiones de migración y diálogo interreligioso. El cardenal Jean-Marc Aveline ha sido retratado con frecuencia en la prensa francesa —tanto católica como secular— como el prelado favorito del papa Francisco, y muchos lo consideran el obispo más “bergogliano” de Francia.
Fue uno de los 21 cardenales nombrados por Francisco en el consistorio del 27 de agosto de 2022.
En temas potencialmente controversiales, como la ordenación de mujeres, el celibato sacerdotal o el acceso a la comunión para los divorciados vueltos a casar, Aveline adopta una postura cautelosa. Evita pronunciarse de manera directa y prefiere no abordar públicamente cuestiones delicadas ni revelar sus inclinaciones políticas.
Fue nombrado arzobispo de Québec en 2011 por Benedicto XVI. Tres años después, se convirtió en el decimoséptimo cardenal en la historia de Canadá. Es reconocido por su afinidad con la tecnología y las redes sociales: desde 2006, mantiene una página personal en Facebook.
En marzo de 2024, el Vaticano desestimó una acusación presentada por una mujer que alegaba haber sido agredida sexualmente por Lacroix cuando tenía 17 años, en 1987. La Santa Sede rechazó la denuncia al no encontrar pruebas de “mala conducta o abuso” por parte del religioso.
Es el arzobispo de Luxemburgo y se lo considera uno de los papables más progresistas. Ha declarado estar en la misma línea que el papa Francisco, afirmando: “¿Nos negaríamos a bendecir a una pareja homosexual por ser ‘pecadores’ y, en cambio, bendeciríamos a un empresario que invierte contra la humanidad? Eso sería hipócrita”, dijo en una entrevista. Cuando le preguntaron qué pensaba sobre la posibilidad de un “papa Hollerich”, el cardenal respondió entre risas: “Hay hombres mucho más calificados que yo”.
Asimismo, se ha mostrado a favor de que el celibato sea opcional para los sacerdotes.
Es el prefecto del Dicasterio para los Obispos y arzobispo emérito de Chiclayo, Perú. Recibió la ordenación sacerdotal en 1982 y obtuvo la licenciatura en 1984, tras lo cual fue enviado a trabajar en la misión de Chulucanas, en Perú, lo que le permitió forjar un estrecho vínculo con América Latina.
La designación de Francisco al cardenal Prevost al frente del Dicasterio para los Obispos, uno de los “ministerios” más importantes del Vaticano, encargado de asesorar al Papa en la selección de los obispos, fue interpretada por expertos como una clara señal del impulso reformista de Bergoglio.
En Perú, el cardenal ha sido acusado de encubrir a sacerdotes denunciados por abuso sexual. Sin embargo, la diócesis de Chiclayo ha negado todas las acusaciones.
Se desempeña como nuncio apostólico en los Estados Unidos. Fue proclamado cardenal por el papa Francisco en el consistorio del 30 de septiembre de 2023, recibiendo la Diaconía de San Benedetto.
Ha expresado su apoyo a la búsqueda de soluciones para evangelizar en un mundo en constante cambio. “Debemos salir siempre. No es fácil, pero ese es nuestro trabajo: ir y anunciar la Buena Nueva”, afirmó en una entrevista en 2023. Además, ha subrayado la importancia de atraer a más jóvenes hacia la Iglesia y ha enfatizado la necesidad de acercarse a los pobres, tal como lo ha instado el papa Francisco.