Cuando lo conoció a Ramón «Tito» López, Emerenciano Sena le tuvo que pedir que no fuera tan «extremista». Eran fines de los 90 y en Chaco comenzaban a crecer los movimientos piqueteros. Lejos de la ostentación y los millones que moverÃan después, un grupo de cinco referentes sociales se reunÃan en una barriada de las afueras de Resistencia para planear cómo hacer oÃr sus reclamos. Ese dÃa del encuentro, organizaban un corte en el puente que une la capital provincial con Corrientes.
López, que participaba por primera vez del grupo, fue más lejos que eso.»¿Para qué van a cortar el puente? Ya que quieren hacer algo, métanle una bomba y que se reviente todo«, les dijo. Los demás lo miraron sorprendidos.
La escena, contada por el propio López, pinta de cuerpo entero al personaje. Con su estilo frontal y desmesurado, listo para el choque, la camisa roja y el sombrero de ala negra, López fue uno de los personajes que amasaron poder y millones durante los últimos veinte años en Chaco. Por lo menos hasta la semana pasada, cuando fue detenido en una causa que lo investiga por presunto lavado de activos y asociación ilÃcita.
Según figura en la causa llevada adelante por el fiscal federal Patricio Sabadini, López controla en forma ilegal 5 mil hectáreas de tierras alambradas, tiene 10 camionetas 4×4, más de mil cabezas de ganado, 40 mil dólares y miles de pesos de efectivo,entre otros bienes. Fue una investigación de casi dos años, que pone el foco en las maniobras presuntamente fraudulentas con las que se movÃa dinero público para organizaciones de López o de sus familiares.
Durante la gestión del ex gobernador del Chaco Jorge Capitanich, López recibió más de 100 millones de pesos de fondos públicos, los cuales no acreditan compras. «Desde 2012 viene recibiendo terrenos y fondos para una tarea social que no hace. Se convirtió en hacendado», desliza una fuente con acceso al expediente.
Es un largo recorrido para López, de 54 años, quien comenzó en la más absoluta pobreza. Nacido en Avellaneda, a los seis meses su familia se mudó al barrio Santa Catalina, de Resistencia. Es un pequeño enclave de un par de manzanas escondido en la capital provincial. La policÃa lo conoce bien, en la jerga lo llaman «la capital provincial del narcomenudeo». Allà tenÃa una de sus sedes López.
La familia de Tito se dedicaba al cirujeo y él llegó apenas a terminar séptimo grado en la escuela. Después se puso a trabajar con un carro y un caballo para juntar basura.
En la década del 90, cuando un peso valÃa cuatro reales y el cambio era muy favorable, se metió con un amigo a contrabandear productos de Brasil. Con eso sacaba unos 2 mil dólares al mes. En uno de esos cruces, mientras pasaba por el puente, lo agarró un corte de ruta. Fue la primera vez que se acercó a un piquete. Dice que se bajó para ver qué pasaba y a partir de ahà se metió.
Los grupos piqueteros comenzaron a instalarse en la provincia luego de una serie de inundaciones que afectaron los barrios marginales. Los vecinos iban a reclamar al centro de Resistencia. La estrategia era siempre la misma: ir a reclamar a la plaza ubicada frente a Casa de Gobierno para recibir algún tipo de ayuda. En esas marchas se conocieron Sena con López.
«Ellos eran obreros, nosotros no. Yo era carrero. Yo era un un simple tipo que salÃa, juntaba basura de la calle», contó en un mano a mano con ClarÃn luego de la victoria de Leandro Zdero en 2023.
En aquella ocasión aseguró que el quiebre para las organizaciones sociales llega con Jorge Capitanich en la gobernación. Coqui eligió construir con los movimientos de su lado. Según cuenta López, en noviembre de 2004 les pidió su apoyo en una reunión. «Él querÃa ser gobernador», comentó.
Para los movimientos sociales en 2007 arrancó una etapa de crecimiento, en la que tenÃan una respuesta en Casa de Gobierno. Paradójicamente, las movilizaciones y los cortes no bajaron, crecieron.
Allà comenzó a forjarse un modus operandi: las organizaciones sociales reclamaban ante el gobierno y conseguÃan algún tipo de beneficio. En ocasiones, se dividÃan en grupos más chicos para ir a reclamar y duplicar el beneficio. Eso produjo un universo de organizaciones muy chiquitas, atomizadas, que presionaban por algún beneficio. En ese escenario, la más grande siempre fue el movimiento de Sena, pero el de López también creció en presión. Ambos arrancaron juntos, de hecho.
Tito López y Emerenciano estuvieron peleados en distintas ocasiones, pero tras el femicidio de Cecilia Strzyzowski y la detención del clan Sena, su colega piquetero fue quien encabezó las marchas para denunciar una «persecución polÃtica» detrás del caso.
Luego, con el triunfo de Zdero y la polÃtica de cero piquetes, la mayorÃa de las organizaciones se replegaron. Salvo López, que seguÃa adelante.
Cote Lai, el reducto de Tito
Otra de las estrategias con las que crecieron los grupos piqueteros fue a partir de la toma de terrenos. En el caso de López, uno de sus epicentros fue el predio «El Timbo», ubicado en las cercanÃas de Cote Lai, a 70 kilómetros de Resistencia.
Tito López, en el campo de Cote Lai, en un video que grabó contando cómo pusieron el valor el predio. Tito siempre negó haber tomado ese campo, dice que les pagó a unos herederos para poder montar allà un establecimiento productivo. Sin embargo, la Justicia plantea que la usurpación comenzó cuando un presunto intermediario presentó documentos falsos que luego le vendió a López. El terreno pertenece a Timbó SA, un grupo empresarial de Buenos Aires, según confirmaron fuentes judiciales a ClarÃn.
Se trata de un predio de 1000 hectáreas que fue allanado esta semana, y donde el SENASA registraba al menos unas 700 cabezas de ganado. Al llegar detectaron que hay muchas más. Tantas que estiman que tardarán al menos dos semanas en arriar y contarlos todos. En ese mismo lugar encontraron 40 mil dólares, 1.800.000 pesos, reales, 126 cartones de cigarrillos y más de 200 municiones de distinto calibre.
Según la investigación de la fiscalÃa de Sabadini, registraron la compra de al menos 154 cabezas de ganado en efectivo, sin ningún tipo de factura. También gastos para poner en valor el campo, tales como construir corrales, alambrar o poner maquinaria. La pregunta que ronda es cómo hicieron para financiar esas mejoras.
El galpón de Santa Catalina que pertenecÃa a Tito LópezPero no es el único predio que tiene López. De acuerdo a los Registros de Propiedad Inmueble de Resistencia y Sáenz Peña, la AFIP y el Instituto de Tierras Fiscales del Chaco, Tito López adquirió cuatro inmuebles, tres de ellos otorgados por el Estado Provincial.
Uno está ubicado en el Departamento San Fernando (220 m2); hay otro en Güemes, en un predio de 10 hectáreas; y otros dos campos fueron otorgados por el Instituto de Tierras Fiscales y totalizan casi 600 hectáreas más. Por estos últimos pagó 222 mil pesos en 2017.
El pasado miércoles López fue detenido en Resistencia, en una jornada caótica que incluyó varios allanamientos simultáneos. En uno de los galpones en Santa Catalina, la capital del narcomenudeo, encontraron además varias bochitas de cocaÃna. Pero el dato de color fue un cartel bastante peculiar colgado frente a la casa.
Serigrafiado, en la puerta aparecÃa la leyenda: «No te preocupes por lo que yo tengo, preocupate por lo que a ti te falta».

