En plena estabilización de la macroeconomía, en el último año cambió la manera en la que compran los argentinos. Ante la reaparición del crédito, los consumidores empezaron a inclinarse por bienes más duraderos, como electrodomésticos y autos. Y con una inflación más estable, que da pie a que se recupere el ingreso, la dinámica de “quitarse los pesos de encima” deja de ser la regla para el día a día. Todos estos comportamientos afectan las cadenas de consumo masivo.
De este tema conversaron ayer los ejecutivos de Arcos Dorados, Danone, Quilmes y Carrefour al analizar el repunte de la actividad económica, en uno de los paneles de la segunda jornada de Expo EFI, moderado por Claudio Destéfano.
En marzo, las ventas de alimentos, bebidas, artículos de limpieza y tocador registraron una caída interanual del 5,4%, de acuerdo con la consultora Scentia.
“Hay que tener claro que en diciembre de 2023 hubo un salto devaluatorio del 118%. Es imposible que eso tenga un impacto solamente en los primeros tres meses. Venimos de un año que me gusta llamarlo de transición, creo que este también lo será, porque a las cosas hay que darle tiempo. Entonces, el consumo masivo vive de la plata que tenga la gente en el bolsillo, y ese ingreso disponible se está recuperando. El año pasado, 2024, separaban 25 puntos de ingreso disponible contra 2023, y este año la proyección es que recupere 18. No se recupera todo, pero sí gran parte. Lo que vemos en la industria en este primer trimestre de este año es que el ingreso va a bienes más durables que no durables. El impacto de las cuotas hace que la gente se compre una moto, un auto, una licuadora, un microondas, no solo una hipoteca», dijo Martín Ticinese, presidente de Cervecería y Maltería Quilmes.
Al seguir con esa línea, el ejecutivo explicó que el ingreso disponible de los consumidores “está”, pero que hoy prefieren inclinarse por los bienes durables porque era un consumo que estaba “muy rezagado”.
“Estos casos le ponen presión al consumo masivo, porque a la gente le queda menos plata dentro de su canasta para el consumo masivo. Por eso, la importancia de tener marcas buenas, con buenos precios, de buena calidad. Es fundamental”, agregó.
Esta misma visión compartió Juan Garibaldi, CEO de Danone y vicepresidente de Danone Cono Sur, quien agregó que la industria láctea se caracteriza por ser un negocio de “inmediatez”, porque la reposición del producto y del consumo es de corto plazo. Ahora, sin embargo, explicó que “cambiaron las reglas del juego”, porque ahora el consumo masivo también compite con una importancia mayor en los servicios públicos.
“Cuando se habla de crédito hipotecario, es parte de la decisión de consumo de pagar la cuota en detrimento de otras compras. Eso es parte de la normalización de la economía, que ojalá se siga consolidando. Porque lo peor que nos puede pasar para la normalización de la economía es tener estos picos y valles, donde se recuperaba la economía, todo espectacular, pero después esos saltos también provocaban una caída grande. Ahora hay un recupero que hace que haya reglas del juego distintas. Y también hay diferentes patrones en el comportamiento del consumo, incluso en la alimentación”, remarcó.
Según contó Eduardo Lopardo, director general de Arcos Dorados Argentina, la realidad local impacta de manera directa en el sector gastronómico. En momentos en los que las noticias son que la brecha cambiaria se dispara, la reacción en la cadena de comida rápida se ve de forma inmediata en una caída de las ventas, según cuenta. En cambio, si las expectativas macroeconómicas son positivas y duran tres, cuatro o cinco semanas, la gente “vuelve a aparecer en los restaurantes”.
Y compartió datos: el presupuesto de un hogar de clase media en la Ciudad de Buenos Aires, donde está el PBI per cápita promedio más alto del país, destinaba el 22% al esparcimiento hace dos años; hoy, esa cifra es del 10%, en pleno reacomodamiento de los precios relativos de la economía. La consecuencia fue un cambio en los patrones de consumo y reacción, que también se vio modificado por el crédito.
“El sector de comida rápida es el más accesible y, por ende, el menos afectado dentro del mundo de la gastronomía. Comer durante la semana es la ocasión de consumo más afectada, porque es la más funcional. En el trabajo, el sustituto es llevar el tupper, mientras que el fin de semana todavía uno se da el gusto. El delivery sigue creciendo, porque si ir a comer afuera por ahí implica un presupuesto más integrativo, entonces con el delivery traigo la experiencia a mi casa. Otra ocasión, la del desayuno, la de todos los días, también es la más afectada», ejemplificó.
Otro de los presentes en la charla fue David Collas, director general de Carrefour Argentina, quien llegó hace tres meses a la Argentina. Oriundo de Francia, y con una reciente experiencia en Colombia, ya había trabajado en el país durante el 2000 y 2002. Al reportar a la casa matriz, admitió que desde afuera históricamente se lo vio como “un país complicado, difícil de explicarlo en Francia”, pero con 43 años de trayectoria. “Estamos acostumbrados”, dijo, y agregó que el equipo local demostró tener la capacidad de “hacer las cosas bien”.
“Todo esto es un cambio grande también para nosotros, la marca Carrefour creció muchísimo. La gente busca alternativas económicas de calidad. Hemos desarrollado 500 productos más el año pasado y estamos llegando casi al 30% de la renta total con la marca Carrefour. Eso fue un eje muy grande de consolidación del mercado», explicó
Y añadió: «El otro punto es que el peso de la promoción aumentó también muchísimo. Y depende de las categorías, pero la gente está buscando promociones. Y por último, es que también están buscando financiamiento. Tenemos la suerte de tener un banco que se llama BSF y que nosotros trabajamos mucho para dar la primera tarjeta de crédito a nuestros clientes. Todo eso hace que ya estamos en una dinámica un poco distinta. Estamos recuperando el negocio en 2025″, indicó.
En el encuentro también tocaron temas como la importancia de que el Gobierno siga en el camino de la desregulación burocrática y la facilidad de reportarle a las casas matrices del exterior ante una macro más estable, al tiempo que celebraron que haya un cambio de paradigma a nivel local.
“La realidad es que la Argentina sigue siendo difícil de explicar [para la casa matriz]. Va para un lado, para el otro. Cuando alguien decía que no se podía llevar los dividendos del país, era algo impensable. Ahora, hay una transformación tan brutal, que también es difícil de explicar. La duda la tienen todos: ¿esto es sostenible en el tiempo? ¿Hoy somos parecidos a esto nuevo o parecido a esto viejo? Yo creo que hay un cambio de era, definitivamente, entonces es más sostenible pensar en que hay un cambio fuerte y que con el tiempo se va a poder validar, efectivamente, cuando todo se vuelva más claro. Estamos en una etapa en la que la forma de mirar global es muy sana, y se empieza a limpiar todas las trabas que naturalmente tuvimos durante tantos años», cerró Garibaldi.