Después de una turbulenta historia de amor, odio y negocios, Donald Trump está de regreso a su arma más letal, clave para su campaña. El magnate publicó este lunes, por primera vez en un año, un posteo en Twitter, o X, como ahora se llama, y se presenta en una bienvenida a toda orquesta en un cara a cara con el dueño de la red social, Elon Musk, que es anunciado pomposamente como “la entrevista del siglo”.
Es una reaparición con la que intenta recuperar el centro de la escena que ha perdido estas últimas semanas con el avance de Kamala Harris en las encuestas.
En su campaña de 2016, el ex presidente utilizó Twitter como un vehículo excepcional para hablar con sus seguidores en forma directa, evitando los medios tradicionales que detestaba. Con su estilo filoso y provocador, muchas veces disparaba insultos contra sus adversarios y atizaba a sus bases republicanas con conspiraciones, fake news y discursos de odio contra ciertos sectores como inmigrantes y musulmanes. Había logrado construir una fuerte comunidad de derecha que amplificaba sus mensajes. También fue clave durante su presidencia, ya que anunciaba por allí políticas de Estado y hasta despedía ministros.
Pero Trump fue expulsado de Twitter en 2021 por incitar a la violencia, luego del asalto al Capitolio del 6 de enero de ese año. Más tarde fue reincorporado por el nuevo propietario de la red social, Elon Musk, en 2022. Hasta este lunes solo había publicado un solo tuit, el 24 de agosto de 2023, en el que mostraba su foto carnet cuando fue encausado en Georgia por interferir en las elecciones presidenciales.
Su campaña en redes se trasladó a posteos en una red social que él mismo fundó, Truth Social, que le da ganancias pero no tiene tanta repercusión como X.
Este lunes, Trump publicó por la mañana en X un aviso de campaña y luego anunció que por la noche sería entrevistado por Musk, que apoya abiertamente al republicano para las elecciones del 5 de noviembre. Luego posteó varios anuncios más que fueron vistos por millones de personas. Esto sucede cuando el magnate aparece ahora rezagado en las encuestas a nivel nacional y también en estados clave donde antes lideraba con comodidad.
Emily Lynell Edwards, profesora de Humanidades digitales y Tecnología Educativa del St Francis College de New York y experta en política digital, afirma a Clarín que “ahora que compite contra Harris en lugar de Biden, Trump ha estado luchando por mantener la atención y el impulso. La reunión con Musk en X señala un intento de recuperar el control de la narrativa, desviar la atención de Harris y del entusiasmo demócrata generalizado y orgánico”.
Hemorragia financiera
Según esta experta, el paso de Trump a Truth Social, “si bien lo privó de una audiencia más amplia, ha sido crucial para él desde una perspectiva financiera. La participación de Trump en la empresa, a pesar del vaivén de las acciones, le ha proporcionado un salvavidas financiero”, cuando debe pagar centenares de millones de dólares por juicios perdidos.
Elon Musk, director ejecutivo de Tesla y SpaceX, habla con el entonces presidente Donald Trump, en mayo de 2020, en Cabo Cañaveral, Florida. Foto AP“Sin embargo –agrega Edwards– el paso de Trump a Truth Social también puede entenderse como una forma de exilio mediático. Esa red tiene una base de usuarios muy pequeña en comparación con X y atiende principalmente a una audiencia de extrema derecha. No sirve como plaza pública digital de la misma manera que X y, por lo tanto, es una cámara de eco o un vacío. Trump no puede generar cobertura mediática o interés nacional estadounidense publicando en Truth Social de la misma manera que pudo hacerlo en X. Por lo tanto, si bien el haber adoptado la plataforma pudo haber resultado una decisión comercial inteligente para Trump, a largo plazo pudo verse como un paso en falso político”.
Respecto de qué gana Musk con el regreso de Trump a X, Edwards apunta que el dueño de la red “siempre ansioso por insertarse en la política estadounidense y aumentar su propio capital cultural, ha abrazado últimamente a Trump, pero desde hace tiempo ha mostrado su lealtad a las opiniones políticas de extrema derecha”.
Por otra parte, invitar a Trump “es un intento de Musk de detener la hemorragia financiera en X, ya que los anunciantes continúan evitando la plataforma y el sitio intenta luchar por el dominio en un ecosistema de medios fragmentado que ha presentado una mayor competencia de Tik Tok y, en menor medida, Threads. Hablar con Trump es el intento de Musk de señalar que X sigue siendo el espacio dominante para la conversación política estadounidense en internet”.
La entrevista Trump-Musk ya desató advertencias. El comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, avisó este lunes al dueño de X que Bruselas vigila posibles riesgos en la Unión Europea por la publicación de contenido que incita al odio y, le recordó que no está exento de cumplir con la ley.
Desde la entrada en vigor de la nueva Ley de Servicios Digitales el verano pasado, Bruselas ha abierto investigaciones a X por la diseminación de contenido ilegal en la Unión Europea -hogar de hasta un tercio de los 300 millones de usuarios de X- y sobre la efectividad de las medidas que están tomando para frenar la desinformación. Musk le respondió al funcionario con un insulto.