“Ya está, basta, se terminó acá”. Cristina Kirchner buscó ponerle fin al menos a uno de los capítulos de su disputa con Axel Kicillof, el de la discusión por el calendario electoral en la provincia de Buenos Aires. La titular del PJ ratificó que considera un “error político” el desdoblamiento dispuesto por el gobernador, pero ordenó bajar el proyecto para insistir con la concurrencia de los comicios y aprobar la suspensión de las primarias. Un movimiento para bajar la tensión, acaso una tregua, y en caso de confirmarse la unidad tendrá otro desafío en el momento de las negociaciones para armar las listas.
Para eso falta bastante. En lo inmediato Kicillof procurará asegurarse que no habrá PASO en territorio bonaerense. “Eso es lo importante ahora”, focalizó un integrante de su Gabinete el propósito de despejar la incertidumbre sobre el cronograma de votación. “Ver para creer”, agregó con escepticismo ante la postura de Cristina Kirchner. Del lado de la ex presidenta descontaron que este martes el Senado avanzará para dejar sin efecto las primarias de este turno electoral.
Las últimas señales del Gobierno favorables a un acuerdo con el PRO en la Provincia, en especial el encuentro de Karina Milei con Cristian Ritondo y Diego Santilli la semana pasada, incidieron para que la ex mandataria resolviera dar vuelta la página de la pelea por las elecciones para legisladores bonaerenses y concejales convocadas por Kicillof para el 7 de septiembre.
Dirigentes de su confianza incluso vislumbran que también buena parte del radicalismo confluirá en ese frente: “¿Dónde van a ir si no?”. La perspectiva de una posible derrota para el peronismo hasta en un escenario de unidad, por el panorama adverso sobre todo en el interior bonaerense, potenció la necesidad de diluir la tensión y dejar cierto margen para un acuerdo entre los sectores enfrentados.
El resultado de la primera elección del año, en Santa Fe, también empujó la tregua y la argumentación en contra del desdoblamiento en el campamento de Cristina. “Por cómo terminamos y porque quedó claro que la gente no tiene ganas de ir a votar”, concluyó un legislador de confianza de la ex mandataria, en referencia a la baja participación (55%) en ese comicio adelantado. El peronismo presentó tres listas distintas y la que más votos sacó, encabezada por Juan Monteverde, quedó segunda pero lejos (a poco menos de 20 puntos) de Maximiliano Pullaro.
“Me parece correcto, era lo que veníamos solicitando. Lo que esperamos desde el Ejecutivo es que se vote la suspensión de las PASO”, respondió en una conferencia de prensa Carlos Bianco, ministro de Gobierno bonaerense, sobre el posteo de Cristina Kirchner. La ex presidenta había reprochado que en diciembre, en la reunión del Consejo del PJ provincial en Moreno, “nadie pidiera la palabra para argumentar las conveniencias del desdoblamiento”.
“El gobernador lo explicó, ya comentamos los cálculos que hicimos. Dos elecciones el mismo día es algo que nunca pasó y es riesgoso, más allá del argumento político que comentamos con nuestra fuerza política”, replicó Bianco. Cristina por el momento mantiene como posibilidad más firme su postulación a diputada provincial por la Tercera Sección, al Sur y el Oeste del conurbano, pese a que había surgido como presión para que Kicillof no decidiera adelantar la elección. “Ella dijo que con desdoblamiento es candidata en septiembre, y hay desdoblamiento”, sostuvo un referente de su espacio. Otros dejan abierta la chance de que termine apuntando a la pelea nacional.
Ya desechada la concurrencia por parte del kirchnerismo, la pelota quedó del lado de Kicillof de acuerdo con la mirada en el Instituto Patria. «Tendrán que llamarla, la generosidad debe ser de todos», marcó uno de los laderos de la ex mandataria. Aun sin ruptura, desde ambos sectores coinciden en que será difícil recomponer la relación entre el gobernador y la titular del PJ.