NUEVA YORK.- En un hecho histórico, el presidente de Siria, Ahmed al-Sharaa, se convirtió este miércoles en el primer líder de ese país que habla ante la Asamblea General de la ONU en casi 60 años.
En su discurso, Al-Sharaa afirmó que Siria está regresando a la comunidad internacional después de seis décadas de una dictadura que mató a un millón de personas.
“Siria está recuperando su lugar legítimo entre las naciones del mundo”, afirmó Al-Sharaa en la reunión anual de líderes mundiales.
El último jefe de Estado sirio que habló en Naciones Unidas fue Noureddine Attasi en 1967, poco después de la guerra árabe-israelí, durante la cual Damasco perdió el control de los Altos del Golán que Israel luego se anexó en 1981.
La dinastía autocrática y represiva de 50 años de la familia Al-Assad colapsó abruptamente en diciembre, cuando el entonces presidente Bashar al-Assad fue derrocado en una ofensiva insurgente relámpago liderada por Al-Sharaa. La caída puso fin a casi 14 años de guerra civil.
En su discurso de este miércoles Al-Sharaa criticó también a Israel por no no detener las amenazas a su país desde la caída de Al-Assad, y añadió que sus políticas “contradicen el apoyo de la comunidad internacional a Siria y su pueblo”, lo que pone en peligro la región y podría llevar a conflictos que nadie sabe cómo podrían terminar.
Hasta hace apenas unos meses Estados Unidos ofrecía una recompensa de 10 millones de dólares a quien diera información sobre el paradero de Al-Sharaa, fundador de la ya desaparecida filial siria de Al-Qaeda.
Al frente de esa organización designada como terrorista por Washington y el Consejo de Seguridad de la ONU, bajo el nombre de guerra Abu Mohamed al-Golani encabezó el grupo islamista Frente al-Nusra, que posteriormente sería reconvertido al Organismo de Liberación del Levante (HTS, en árabe) tras romper vínculos con Al-Qaeda.
Pero a Al-Sharaa le bastó con derrocar el pasado diciembre al presidente Al-Assad para reparar su imagen.
A mediados de mayo, durante una reunión con los líderes del Consejo de Cooperación del Golfo en Arabia Saudita, y por mediación del príncipe Mohamed ben Salman, Al-Sharaa se reunió incluso con el presidente norteamericano Donald Trump.
Este miércoles el mandatario se congratuló de que su país haya abierto un “nuevo capítulo próspero” tras ser gobernado durante décadas por el régimen “injusto” de los Al-Assad, al que acusó de perpetrar unos 200 ataques químicos durante el conflicto, de utilizar formas de tortura “abominables”.
Al-Sharaa también se comprometió a llevar ante la justicia a todos los implicados en las masacres que aún sufre su país. “Hemos formado comisiones para esclarecer los hechos y hemos dado acceso a las misiones de investigación de la ONU”, señaló en referencia a las matanzas interconfesionales, y prometió erradicar el sectarismo en el país.
Más allá de las críticas a Israel, se han estado llevando a cabo negociaciones para un acuerdo de seguridad que Al-Sharaa ha dicho que espera que traiga un retiro de las fuerzas israelíes y un regreso a un acuerdo de separación de 1974.
Al-Sharaa expresó la semana pasada que un acuerdo podría alcanzarse en cuestión de días, pero el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en declaraciones el domingo pareció restar importancia a las probabilidades de un avance.
De todas maneras, en declaraciones a la prensa al margen de las reuniones de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, el enviado especial de Estados Unidos para Siria, Tom Barrack, dijo que Siria e Israel están a punto de alcanzar un acuerdo de “desescalada” por el que Israel detendrá sus ataques y Siria se comprometerá a no mover maquinaria ni equipos pesados cerca de la frontera israelí.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha tratado de lograr un acuerdo entre ambas partes que se anunciaría esta semana, pero hasta ahora no se ha avanzado lo suficiente y la festividad de Rosh Hashaná, el año nuevo judío que se celebra esta semana, ralentizó el proceso, dijo Barrack. “Creo que todo el mundo lo está abordando de buena fe”, dijo Barrack.
Agencias AP y ANSA

